Javier Fumero

No entiendo a qué juega Alberto Núñez Feijóo

Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo.
Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo estuvo el pasado viernes por Madrid de ‘roadshow’, saludando a la ministra de Transición Ecológica, declarando en directo ante los micrófonos de la Cadena COPE, con Carlos Herrera, y visitando la todavía sede del PP en Génova 13.

¿Vino a hablar de Galicia? No mucho (anunció que la hostelería gallega abre por fin esta semana). O no sobre todo. El gallego es bastante agudo y no da puntada sin hilo. Sabía que le iban a preguntar por Pablo Casado y el Partido Popular. Y dejó muy claro que no le ha gustado el anuncio del abandono de la casa madre y explicó que el partido debe realizar más autocrítica.

No entiendo a qué juega Feijóo, lo digo sinceramente. Vamos por partes. Pablo Casado no lo ha hecho bien. De acuerdo. En primer lugar, los ciudadanos siguen sin tener claro qué es el “casadismo”. Mariano Rajoy dejó muy claro de qué palo iba y José María Aznar, no te cuento. Casado todavía no y eso pasa factura.

Con el anuncio del cambio de sede, se ha equivocado. Está claro: yo lo he explicado en esta misma tribuna. Pero dicho eso, insisto en que no sé a qué juega Feijóo con estos posicionamientos públicos tan sutilmente hostiles hacia el presidente y su actual equipo.

Hay que tener en cuenta que Pablo Casado ha hecho caso al líder gallego en varias cuestiones importantes. Por ejemplo, ha roto con Vox de la manera más abrupta. También ha laminado a Cayetana Álvarez de Toledo, a la que Feijóo no puede ni ver. Estos dos movimientos fueron una petición expresa de Feijóo. ¿Y si este modo de proceder ha sido el detonante de lo que le ha pasado al PP en Cataluña?

Además, Feijóo parece estar encabezando una revuelta de tres barones del PP (Juanma Moreno, Fernández Mañueco y él mismo) contra Isabel Díaz Ayuso. Resulta que la presidenta madrileña les está haciendo un roto en sus autonomías al llevar una política más aperturista con bares y restaurantes frente a la pandemia. Eso les pone enfermos porque sus votantes les señalan como responsables de unas medidas asfixiantes. ¿Y dónde dejamos la libertad de Ayuso para actuar como le parezca mejor? ¿Tendría que pedirles permiso a ellos?

En cualquier caso: ¿qué hace Feijóo enredando ahora en Madrid? El gallego tuvo su momento, no lo olvidemos. Y hace bien poco: en junio de 2018. Él pudo desembarcar en la capital como líder del PP y montar su propio proyecto. Todos le apoyaban, todos… pero no quiso: hizo mutis por el foro, lloroso, en una surrealista rueda de prensa convocada en el jardín de un hotel en Santiago de Compostela.

Aquel día dejó perplejo y desamparado a todo el partido. Porque se le esperaba. Iba a ser el cemento que cerrara heridas y uniera a tres familias enfrentadas: Soraya, Cospedal y Casado. Es decir, tuvo su oportunidad y dijo que no. ¿Qué hace ahora?

Tiene todo el derecho del mundo a decir lo que piensa. Faltaría más. Pero alguien ajeno al PP, que observa esta polémica desde fuera, como un servidor, puede pensar que se empieza a parecer al perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Raro.

Más en twitter: @javierfumero

 
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