¿Tú eres esencial? El triaje más difícil

Vacunación.

Estamos acercándonos a la encrucijada más difícil, a ese momento en el que vamos a tener que responder a una pregunta peliaguda: ¿cuánto de esencial soy yo para la sociedad? La cuestión empieza a ser pertinente porque, una vez vacunados contra el Covid-19 los colectivos más vulnerables (ancianos, personal sanitario de primera línea, celadores, empleados de residencias), debemos pasar a la siguiente fase.

Está en juego recibir antes o después la vacuna, ni más ni menos. Es decir, acceder o no a ese pasaporte que habilita para alcanzar la salida del pozo, el salvoconducto hacia la supervivencia. La inyección no es, insisten los expertos, la solución a todos los males. Por ejemplo, el vacunado puede seguir contagiando. De acuerdo, pero si no es la felicidad completa es la antesala.

De ahí la emoción de la interpelación: ¿cuándo me toca a mi? ¿delante de qué colectivo estoy? ¿quién debe ir después de mi? ¿a quién no debo preceder?

Estamos ante un triaje realmente complicado. ¿Es más esencial el trabajo de un cajero de supermercado o el de un consejero delegado de una compañía tecnológica? ¿A quién vacunamos antes: a policías, militares y guardias civiles o a los farmacéuticos? ¿A los transportistas o a los repartidores a domicilio? ¿Al director de un hotel a punto de quebrar o a los taxistas?

Tengo más preguntas: ¿Cómo se mide el valor social de ese padre o esa madre que en estos momentos son el pilar de una familia numerosa? Hacerlo en términos de estricta productividad no sería justo, entiendo yo. A su cargo hay personas realmente vulnerables.

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Después tenemos esa otra realidad patente: la difícil situación económica en la que se encuentran bastante hogares españoles. Esos cabeza de familia tienen perfecto derecho a exigir su vacunación inmediata: necesitan esa dosis porque el dinero que ahora llevan a casa es esencial para ellos y para las personas a su cargo. Puede ser cuestión de vida o muerte.

Tampoco tardaría mucho en vacunar a aquellas personas que tienen la misión de dirigir organismos, instituciones, entidades… a nuestros gobernantes. De sus decisiones depende el devenir de muchas otras personas en aspectos importantes.

Como ven, lograr un criterio justo para esta selección es bastante complicado. Al menos, a mi me lo parece.

Más en twitter: @javierfumero