Javier Fumero

Es Cuca

La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, interviene en una rueda de prensa previa a una reunión de la Junta de Portavoces, en el Congreso de los Diputados
La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, interviene en una rueda de prensa previa a una reunión de la Junta de Portavoces, en el Congreso de los Diputados

La elegida ha sido Cuca Gamarra. El nuevo líder del PP que será entronizado en Sevilla este fin de semana, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido que ella lleve las riendas del partido y se convierta en la nueva secretaria general del Partido Popular. Varias reflexiones sobre esta decisión:

-- Gamarra no ha sido la primera elección. Atendiendo a la información de primera mano que ha circulado estos días, Feijóo sí pensaba en una mujer para que ocupara ese puesto, de eso no hay duda. Pero su primera elección no era esta. Ha sondeado estas semanas a otras candidatas, que le parecían más idóneas, pero no ha podido convencerlas.

-- Mano de hierro con guante de seda. Actuar como secretaria general del Partido Popular no es nada sencillo. Es un trabajo arduo, duro y complejo. El puesto exige mucha fortaleza, la que necesitará para conjugar egos poderosos, acabar con los líos internos, templar gaitas, lograr equilibrios, contentar a una mayoría… , y todo con cierta sutileza. Esto último también es importante. Que se lo digan, si no, a su predecesor.

-- Tendrá que mancharse las manos de sangre. Si todo lo anterior es cierto, que lo es, también va a ser inevitable que Cuca Gamarra se tenga que manchar las manos de sangre. Porque mantener la paz en una organización tan extensa, variada y compleja tiene estas cosas: deberá cortar cabezas, desterrar a personajes incómodos, y transmitir más malas noticias que buenas. Es así.

-- Está por ver si se convertirá en la “generala secretaria”. Por la secretaria general del PP han pasado políticos como Javier Arenas, María Dolores de Cospedal y Ángel Acebes. Sin embargo, quien ha dejado una impronta más marcada ha sido sin duda Francisco Álvarez Cascos, que ocupó ese cargo diez años, de 1989 a 1999. Cascos fue uno de los más fieles colaboradores del expresidente José María Aznar y formó parte del núcleo duro de su primer Gobierno como vicepresidente primero y ministro de la Presidencia (1996-2000) y titular de Fomento en el segundo (2000-2004). Pero hasta esa segunda legislatura dirigió la organización interna del partido con tal determinación que en el Partido Popular todavía se le recuerda con el apelativo de “general secretario”. Habrá que esperar a ver el estilo que impone la ex alcaldesa de Logroño.

Más en twitter: @javierfumero

 
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