Javier Fumero

Con estivalidad y alevosía

La defenestración de Antonio Miguel Carmona como líder del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid ha tenido una puesta en escena bastante reveladora.

Fundamentalmente, por el momento elegido.

La fecha del 3 de agosto no es casual: no demuestra muy buena conciencia. Se ha actuado con ‘estivalidad’ y alevosía, es decir, buscando armar el menor ruido posible, como quien tiene algo que esconder.

Se ha elegido un momento informativo de perfil bajo, con media España desconectada y la otra mitad sin prestar mucha atención: se trata de acabar pronto la jornada laboral y regresar a casa.

Este cambio se pudo abordar antes. De hecho, Pedro Sánchez no esperó a verano para defenestrar a Tomás Gómez. Se lo cargó en febrero. Si el motivo ahora, como se ha dicho, han sido los resultados de las elecciones municipales nadie ha explicado por qué se ha tardado tanto en pedirle cuentas al cabeza de lista.

Recuerdo al menos dos precedentes importantes que utilizaron esta estrategia basada en aprovechar un periodo vacacional para acometer alguna decisión polémica.

El ministro Miguel Sebastián aprovechó el inicio de la Semana Santa de 2009 para anunciar que el Ministerio de Industria daba luz verde a la TDT de pago. No hubo rueda de prensa, ni comparecencia. La noticia se despachó con un escueto comunicado que pilló a todo el mundo en plena operación salida.

¿Por qué tanto misterio? Esta medida permitió a Mediapro rentabilizar la enorme inversión efectuada para la compra de los derechos de retransmisión de los partidos de la Liga Profesional de Fútbol.

La compañía de Jaume Roures llevaba meses de negociaciones infructuosas, intentando colocar estos derechos a operadoras de televisión digital de pago como Telefónica y Ono a través Gol TV. Esfuerzos que no sirvieron para nada por el monopolio de Prisa y su Digital+, que impedía cualquier rentabilidad.

 

El Gobierno Zapatero acudió a socorrerle pero de forma discreta, sin armar mucho ruido, por la puerta de atrás.

El Gobierno Rajoy aprovechó también la tercera semana del mes de agosto de 2012 para anunciar que rebajaba las duras condiciones impuestas por Competencia a la fusión entre Antena 3 y laSexta. Fue un anuncio que revolucionó el sector, como estamos viendo, y muy pocos esperaban. De hecho, la operación estaba a punto de descarrilar: las cuentas no cuadraban sin esta modificación.

Sin embargo, aprovechando la canícula del verano, hubo gestiones y movimientos discretos que llegaron a buen puerto hasta culminar en la revisión promovida desde el Ministerio de Economía.

Habría que tipificar en nuestro ordenamiento jurídico –propongo- la ‘estivalidad’ como nuevo delito y evitar así que nuestros políticos se escondan.

Más en twitter: @javierfumero

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