El estrés post-vacacional como privilegio
El lunes me encontré en un ascensor a un conocido. Hacía un mes que no le veía y me interesé por su verano. Efectivamente, acababa de regresar de sus vacaciones.
-- Sí, hoy me he incorporado al trabajo.
En ese momento, me vino a la cabeza el famoso ‘estrés post-vacacional’, curioso fenómeno popular que en los próximos días permitirá llenar páginas de periódicos y minutos del telediario sin solución de continuidad. Pensando en eso, le pregunté:
-- ¿Y cómo lo llevas?
Su respuesta y la convicción con la que lo dijo, me dejó pensativo:
-- ¿Yo? Estupendamente. Me considero un privilegiado.
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