Javier Fumero

Exigir por ley debates televisados a todos los políticos

Los políticos son cada vez más reacios a participar en debates de televisión y radio.
Los políticos son cada vez más reacios a participar en debates de televisión y radio.

No puede ser que los políticos hagan mutis por el foro cuando deben dar la cara. Siempre que se acerca un periodo electoral importante –casi todos lo son- pasa lo mismo: hay cabezas de cartel que anuncian su intención de no participar en debates organizados por radios o televisiones.

Entiendo lo que dicen sus equipos. Los asesores de comunicación suelen recomendar a quien obtiene una amplia mayoría en las encuestas que arriesguen poco, que eviten las meteduras de patas, que adopten un perfil bajo y dejen el menor espacio posible a sus rivales, necesitados de la mayor exposición mediática posible.

El electorado del que va primero en los sondeos suele estar movilizado, activo, listo para dar su apoyo. Y la oposición suele estar dividida, desmovilizada o reacia a apoyar a su partido tradicional. ¿Qué puede romper esa tendencia? Que el político que va en cabeza cometa un error de ciertas proporciones.

Los debates políticos televisados suelen provocar normalmente escasos movimientos de voto. Lo dicen los expertos en demoscopia. Pero también advierten: ese rato en horario de máxima audiencia en un canal de televisión o emisora de radio puede suponer un espaldarazo a quien está bajo de apoyos, a quien no ha logrado enganchar a sus simpatizantes, a quien es menos conocido o está por detrás en intención de voto. En cambio, quien va por delante en las encuestas apenas suele ganar nada y, sin embargo, con una mala actuación se arriesga a perder mucho de lo logrado meses atrás.

Esto provoca, como se demuestra de nuevo este año, que bastantes líderes políticos eviten esas citas televisivas. Está pasando de nuevo, insisto. El presidente valenciano Ximo Puig a comunicado que sólo asistirá a dos de los cinco debates que han planteado los medios públicos y privados de su comunidad: sólo estará en un careo organizado por la Cadena SER y en otro de ‘A Punt’, el canal autonómico. No asistirá ni a la convocatoria de TVE, la televisión de todos teóricamente. Hasta su socio de Podemos ha protestado.

Pero otro tanto sucede con Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Su equipo de campaña ha comunicado que la presidenta sólo participará en el debate que va a organizar Telemadrid. No asistirá a la cita convocada por TVE. Oficiosamente, el PP de Madrid explica lo mismo: se trata de dar la menor visibilidad posible a sus contrincantes y no cometer errores, ahora que las encuestas le aseguran una mayoría muy amplia el 28-M.

Pues no me parece bien. De hecho, debería exigirse por ley que cualquier candidato que opte a una alcaldía, a una presidencia de gobierno regional o a dirigir el país esté obligado a participar en los principales debates de televisión y radio que se convoquen. Si van a ejercer como representantes de los ciudadanos, deben estar dispuestos a confrontar en público sus ideas con sus oponentes. No es pedir mucho.

Más en twitter: @javierfumero

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato