La distracción de Moncloa ha calado: Madrid es el problema
La idea ha calado, ¿se dan cuenta? Hablar de “coronavirus en España” es hablar del “coronavirus en Madrid”. No se habla de otra cosa. La capital es el problema. Es como si en otras regiones que no son Madrid no hubiera contagios. No es verdad.
Ni El País lo puede esconder. Fíjense en esta información publicada este sábado. El Ministerio de Sanidad utiliza desde el 13 de julio en sus documentos de trabajo un código de colores para medir la evolución semanal por regiones de la pandemia. Miren lo que revela, de junio a septiembre: ¿dónde está Madrid? ¿Alguien ha oído poner el grito en el cielo al presidente del Gobierno por Aragón, por Cataluña, Navarra o el País Vasco? Pues el número de casos por 100.000 habitantes ha sido peor que los de la capital desde julio.
Pero no, vayamos a los datos actuales. En estos momentos Madrid es, efectivamente, la región con más incidencia (695 por 100.000 habitantes). Pero Navarra está en 680, La Rioja admite 442; Castilla La Mancha, 408; Murcia, 389; Castilla y León, 383; y Aragón, 366. ¿Por qué no se pone firme Moncloa con estas autonomías?
Lo que pasa es que en el telediario la turra es constante. Madrid es el enemigo: el mensaje va calando. Lo notas en cómo te llaman de provincias, alarmados, como si por las calles de la capital –"pobrecitos los madrileños"- estuvieran vagando los zombis de walking dead escupiendo esputos de Covid-19. ¡Qué duro debe ser estar ahí! Alucinante.
Madrid presenta cifras preocupantes, sobre todo a futuro, en algunas zonas de la capital. Díaz Ayuso y Aguado no están gestionando nada bien esta crisis. Pero cualquier persona equilibrada entiende que se está produciendo un sospechoso ensañamiento del Gobierno con Madrid. Una actitud nada inocente.
A Iván Redondo se le suelen atribuir todas las maldades: cada conejo que sale de la chistera del Gobierno, cualquier giro de guión. Será responsable de muchos movimientos de tercera derivada, aunque parece imposible tal nivel de astucia y sagacidad juntos en una sola persona.
Sin embargo, ninguna gran decisión de fondo se le escapa. Si no las diseña, al menos las permite o autoriza. Porque eso nadie lo niega: pocas cosas se cuecen en el Ejecutivo que él no supervise al menos.
Este movimiento de Madrid es otra genialidad. Alguien puede pensar que es mezquino y miserable jugar con las vidas de los madrileños, pero logra el objetivo: Pedro Sánchez, Salvador Illa y Fernando Simón han dejado de ser el centro de todas las críticas.
El presidente del Gobierno lo ha visto claro: Madrid es una oportunidad. El diario La Información ofreció el pasado viernes otro dato clave sobre esta cuestión. Un noticia que demuestra que desde el pasado mes de agosto Moncloa tramaba esta operación.
El día 27 de ese mes Moncloa logró un informe encargado a la Abogacía del Estado que obligaba a la Comunidad de Madrid a semiconfinar la capital y otras nueve grandes localidades de la región si así lo aprobaba, aunque no fuese por "consenso", el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
¿Se dan cuenta? Pedro Sánchez lleva semanas, insisto, tramando la ofensiva para desviar sobre Madrid toda la atención y responsabilidad de la segunda ola de la pandemia. Es oxígeno en vena para quien parecía boquear a principios de verano, desgastado por una crisis muy mal gestionada. Ya no se habla de la imprevisión culposa alrededor del 8-M, ni de la falta de medios humanos y materiales que provocó el caos en España, ni del desastre con el recuento de los muertos.
La distracción ha funcionado. La guerra que ha montado la productora Sánchez & Redondo Entertainment para desviar nuestra atención de Moncloa se llama Madrid.
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