Javier Fumero

Ilusióname

Logo oficial para las elecciones del 28 de Mayo.
Logo oficial para las elecciones del 28 de Mayo.

Nuestros políticos han perdido capacidad para ilusionar. ¿Está de acuerdo conmigo? Yo transito a diario por los medios de comunicación y apenas encuentro líderes con ese don y ese propósito, que busquen encandilar a los votantes. No esgrimir simples promesas sino presentar un proyecto global que logre seducir e ilusionar a los ciudadanos.

No digo que no se trabaje el “golpe de efecto”, el anuncio de una oferta potente que incluye una mejora sustancial en algún aspecto vital: más viviendas, más zonas verdes, más rebajas fiscales, menos impuestos, más cobertura sanitaria gratuita, más seguridad ciudadana, más cosas buenas y menos cosas malas… Eso está a la orden del día. Pero creo que ya genera escepticismo. Hemos asistido a tantas promesas incumplidas que el españolito medio parece curado de espanto.

Pero, como digo, faltan proyectos globales ilusionantes, que realmente encandilen. Propuestas ambiciosas, que contengan una visión general de la sociedad y aspiren a un salto sustancial en diversos órdenes. No se trata de poner parches, ni de repartir cheques para solucionar disfunciones puntuales. Echo en falta propuestas de amplio respiro.

A lo mejor es que no tenemos a los líderes adecuados. Pero quizás es que somos nosotros, los españoles, los que no estamos a la altura y despreciamos programas electorales demasiado “subiditos”: los tachamos de grandilocuentes y preferimos el pragmatismo de una paguita confortable. No lo sé.

Algo de esto debe estar pasando porque es asombroso que, convocatoria tras convocatoria, siempre suceda lo mismo. Las citas electorales se están convirtiendo en una competición de cartas para sus majestades, los reyes magos de la política. Le daré mi apoyo al que me prometa la Barbie o un Madelman chulo. Qué pena.

Más en twitter: @javierfumero

 
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