Justicia poética: Tezanos le explotó en la cara a Pedro Sánchez
Lo que sucedió este domingo tiene algo de justicia poética. Al menos así lo veo yo. Si tienen tiempo (y estómago) les recomiendo volver a ver la intervención de Pilar Alegría en las televisiones en la noche del recuento electoral, poco después del cierre de urnas en la península y antes del escrutinio.
Se le pudo ver muy pronto en TVE y en La Sexta, por ejemplo, algo que le honra, porque dio la cara a las primeras de cambio. Pero el mensaje de la ministra de Educación y portavoz del PSOE fue el siguiente:
-- Hay “sensaciones positivas” en el partido tras el cierre de urnas, a pesar de los sondeos que señalan una victoria del PP, una mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y la obtención también del gobierno de Aragón.
-- Lo único que se conoce son sondeos de encuestas “que se han venido realizando días atrás”, subrayando así que no se trataba de encuestas a pie de urna. El verdadero resultado, insistió, se sabrá cuando se abran las urnas y se realice el escrutinio. Por eso hay que “ser muy prudentes”. Pero, dentro de esa prudencia, las sensaciones dentro del Partido Socialista son “positivas”, declaró.
En aquellas horas, fuentes de la dirección socialista señalaban, efectivamente, que estaban “en la pelea” y rechazaban que los resultados de aquellos sondeos (que se cumplieron prácticamente a la letra) significaran que se iba a producir una “ola azul” o que los ‘populares’ fueran a arrasar al PSOE. Su pronóstico en aquel momento era que podrían mantener los gobiernos que ya tenían y, además, obtener un buen resultado en plazas como “Barcelona, Málaga o Vitoria”, decían.
Insisto: el que tenga tiempo que vea los vídeos. Verá que la ministra Pilar Alegría no estaba disimulando. No fue un teatrillo. Estaba convencida de lo que decía. Sinceramente pensaba que las encuestas de las 20:00 horas que se habían difundido estaban distorsionadas y ellos en Ferraz tenían los informes buenos. No al revés.
¿Qué significa esto? Que el PSOE manejó hasta el último momento datos equivocados. Sus previsiones no se ajustaban a la realidad. Estaban en la inopia. Tal cual. Con lo grave que es eso. Porque atendiendo a los datos, uno toma decisiones. Por lo tanto, tan incapacitante como estar ciego o tener los ojos vendados es ir pensando que las cosas son distintas de como son realmente.
¿Y quién tuvo la culpa de esto? José Félix Tezanos, ni más ni menos. El gurú demoscópico de La Moncloa es quien ha servido estos años al presidente las principales estimaciones. De ahí la emoción que nos embarga.
La ‘cocina’ que Tezanos ha estado realizando a partir de los datos extraídos de las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) provocó el pasado domingo un brote de salmonelosis informativa a gran escala en el PSOE y La Moncloa. Una intoxicación que ha provocado, efectivamente, diarrea, cólicos y fiebre alta en el Gobierno. Lo raro es que el propio paciente haya recetado la cura: un adelanto electoral para paliar los síntomas.
Insisto. Es de justicia poética que el presidente del Gobierno haya pagado tan caro el precio de vivir en la inopia. Eso sí: nunca podrá decir que no recibió advertencias.
Más en twitter: @javierfumero
