Javier Fumero

Los fachapobres

José Félix Tezanos.
José Félix Tezanos.

Me ha interesado este concepto, el de “fachapobre”, que he empezado a escuchar después de las elecciones de Madrid en boca de algunos políticos y opinadores indignados con los 65 escaños que ha conseguido Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea.

Analizando lo que se ha dicho, fachapobre se podría traducir como “aquel pobre que, creyéndose que es rico, vota al rico para que el rico le haga cada vez más pobre”. ¿Entienden la idea? Vendría a ser ese ciudadano panoli, medio bobo o tonto del bote, que no sabe por dónde le viene el aire y se deja manipular por los malos malísimos de la derecha cavernaria, explotadores en esencia.

Una reacción de este tipo, tan virulenta y faltona, es sorprendente y tiene pocos precedentes. Para empezar, describe muy bien la perplejidad de quienes no han entendido este movimiento de voto transversal. No comprenden cómo hasta 400.000 votantes de Ciudadanos y 100.000 votantes socialistas hayan podido optar en esta ocasión por dar su apoyo a una líder del Partido Popular.

A mi modo de ver pasa lo siguiente. El sectarismo obnubila. El fervor ideológico exacerbado ciega, impide comprender la realidad. Si tu votante se marcha al bando opuesto nunca es culpa tuya: uno no se puede equivocar jamás. Ese ciudadano tarambana es el que ha perdido lucidez y se ha dejado encandilar por el error disfrazado de bien.

Además, el enemigo (en este caso el Partido Popular) está equivocado por principio. Allí, en Mordor, no hay nada bueno, ni aprovechable, ni digno de ser tenido en cuenta. Porque es mi enemigo: este brochazo grueso lo define todo.

Yo no digo que algo de lo anterior no haya pasado nunca: que el votante no sea influenciable o que en ocasiones haya muy poco aprovechable en el bando contrario. Pero si las cosas fueran así de simples, tampoco parece muy inteligente emprenderla a garrotazos con el presuntamente equivocado si se quiere encontrar una solución al problema. Parece una estrategia de seducción un poco torpe y que moviliza más bien poco.

Por otro lado, esta forma de actuar tan displicente explicaría la caída en popularidad de algunos políticos. Algunos representantes parecen últimamente muy alejados del sentir general, de la gente de la calle. Es como si vivieran cómodamente instalados en burbujas de autocomplacencia, rodeados de personas que sólo les dicen lo que quieren oír. Obsesionados con sus teorías políticas, acaban por no entender nada de lo que está pasando.

Por cierto. José Félix Tezanos puede haber sido una pieza clave en este puzle que estoy describiendo. Me explico. Me ha llamado mucho la atención leer que el Partido Socialista, horas antes de su clamoroso desplome en las urnas, todavía creía que todo estaba por decidir, que había partido por jugar. Sus líderes explicaban en privado que tenían opciones reales de victoria.

Ojo. No era una filtración interesada para movilizar votantes (haciéndoles creer a través de los medios que la victoria estaba cerca) sino que efectivamente estaban en el error: mientras en Génova hablaban de unos trackings electorales de última hora que les daban una victoria aplastante, en Ferraz manejaban datos erróneos. Algo gravísimo: no dominar la realidad te lleva a tomar decisiones equivocadas. Por eso estoy convencido de que el PSOE habrá abierto una investigación interna y depurará responsabilidades por esta cuestión.

 

Un último apunte. ¿Saben a qué me ha recordado todo esto de los fachapobres y la ceguera del PSOE? Sí, a Pedro Arriola. El asesor principal de Génova fue el que en 2014 le susurró a Mariano Rajoy al oído aquello de que Podemos era una simple anécdota que hasta le podía venir bien al PP. Eran unos “frikis inofensivos” que servirían para dividir a la izquierda, debilitar al socialismo y después, quedarían en nada. De aquellos polvos, estos lodos.

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios