Los sabelotodo

Periódicos con la publicidad de Sanidad por el coronavirus (Foto: Irene Dorta Hermoso).

Contrariamente a lo que cabría esperar, hay una especie que prolifera en plena pandemia: los sabelotodo. Parlotean sin parar sobre los asuntos más dispares. Lo hacen con gran seguridad, sacando conclusiones, pronosticando el futuro, barruntando lo que nos va a pasar.

Reparen ustedes en la que está cayendo. Alguien podría suponer que con lo insólito de la situación, tenderían a moderar sus juicios. No es así. Casi parece que se han venido arriba.

Estamos en un escenario inédito, jamás visto. Nunca antes había sucedido algo parecido. Sin embargo, los todólogos siguen haciendo lo que mejor saben: pontificar.

Se sienten investidos de una extraña autoridad y, sabedores de lo gratis que salen sus sermones, continúan repartiendo lecciones a diestro y siniestro. Todo esto pasará y nadie se dará la vuelta a pedirles explicaciones. En eso tienen razón.

Son, además, bastante beligerantes. No aceptan crítica ni réplica. Sólo ellos parecen haber sido investidos del don de la adivinación y se pueden permitir este modo de vida. Absténganse novatos y aficionados.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero

 

Ellos saben, sin fisuras, cuándo empezó todo, quién fue el máximo responsable, a quién debemos culpar. Reparten salvoconductos de buena y mala gestión. Bendicen algunas medidas pero lanzan anatemas sobre otras.

Conocen perfectamente el alcance de esta crisis, qué fundamentos están dañados y cuáles no. Están capacitados para predecir si la salida será en “U” o en “V”. Nada se les escapa. Menudos fieras.

Qué quieren que les diga. Hoy resultan especialmente insufribles.

Más en twitter: @javierfumero