M. Rajoy

“Imagínate que Mariano Rajoy se hubiera decidido a firmar así sus columnas: M. Rajoy”. El irónico comentario que escuché el otro día aludía a la iniciativa que ha tenido el ex presidente del Gobierno de empezar a publicar una tribuna en el digital El Debate sobre las andanzas de la Selección Española de Fútbol en el Mundial de Qatar.

Genio y figura, su intención es escribir un artículo sobre cada partido del combinado español y no entrar en absoluto en temas políticos. Pero el nombre de la sección ya tiene su guasa: “Así fue (o no)”. Muy gallego, muy socarrón, muy él mismo. Por cierto que el texto del pasado miércoles ocupó… dos flamantes párrafos. Es decir, que no se complicó mucho (o nada) a decir verdad.

Aprovechó para soltar, además, en la tribunita algún que otro guiño rajoniano más: “Alemania es Alemania”, “el que antes ganaba siempre y hoy casi siempre”, etc, etc.

“M. Rajoy” también ha concedido estos días una mini-entrevista que apareció el viernes en el diario El País. Me gustaron varias cosas: denunció sutilmente el escaso nivel de algunos debates que se han vivido estos días en el Congreso (como un servidor hizo también en el post anterior), dio muestras de haber digerido bastante bien su salida de la política activa y trasladó una especie de ‘keep calm’ de fondo. Es decir, la importancia de bajar el nivel de intensidad y ruido, de relativizar la mayoría de las cosas y dejar que las venas hinchadas pierdan fuelle.

“Es que hay que dar las batallas importantes”. “Con gente así, meliflua, es como se pierden las guerras”. “No hay que ceder ni un milímetro más o nos pasarán por encima”. Y así, todo. Yo, como don Mariano, me apunto al seguimiento, pacífico pero apasionado, del Mundial de Qatar. También como terapia. Cada vez llevo peor la excesiva intensidad, qué le vamos a hacer.

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