Javier Fumero

La majadería independentista se supera con Freixenet

He dejado claro alguna vez (y me reafirmo ahora) en que Madrid ha tenido mucha culpa en la crisis del Estado con Cataluña. Ha faltado tiento, mano izquierda, capacidad de negociar y mucha sutileza para llevar este asunto desde la capital.

Sin embargo, hoy quiero subrayar la mentecatez que alguna vez demuestra la parte catalana. Porque la hay. Y lo explicaré con un ejemplo muy reciente.

Freixenet presentó este miércoles el anuncio más esperado de las fiestas navideñas. Las ‘burbujas’ vestidas de oro evolucionan esta vez por una cava emblemática, las instalaciones de Sant Sadurní d’Anoia en Barcelona, con cantantes y bailarines entre los que destacan David Bisbal y María Valverde.

Una pieza agradable, con buena música y un mensaje lanzado por los dos protagonistas durante el brindis final con el espumoso: “Por los próximos 100 años juntos”.

Sobre gustos hay mucho escrito pero más todavía, opiniones en el mundo. Por eso ha habido valoraciones encontradas.

1. A unos les gusta porque es alegre, festivo y algo mágico. Se destaca su bella factura, moderna y juvenil (basta de dirigirse sólo a la tercera edad).  Bonita referencia a la empresa familiar, una vuelta a los orígenes como sucede en Navidad.

2. Los críticos tampoco se cortan: no es nada entrañable, nada sentimental, nada familiar y encima, esa manía de cantar en inglés. Es una ‘americanada’ a la española. Se echa de menos un anuncio más natural, sobrio y tradicional. No recuerda absolutamente nada a las fechas navideñas. Parece un videoclip de Beyoncé, con las ‘chicas burbuja’ bailando a lo Jlo y no en castellano.

Hasta aquí un estupendo debate, razonado y sensato. Pero no podía quedar así la cosa. Ha faltado tiempo para que alguno alentara una polémica en clave independentista.

-- “Freixenet buscando no perder cuota de mercado brinda por 100 años juntos. Pues acaba de perder dos millones de consumidores catalanes... potenciales”.

 

Así se ha expresado la diputada de CiU, Elena Ribera, que ha visto una clara intencionalidad política en el mensaje.

Qué quieren que les diga. A lo mejor esta enfermedad también se puede diagnosticar: trastorno obsesivo compulsivo por el terruño. Todo se ve por un canuto y en clave bélico-agresiva.

Es verdad que se habla de 100 años juntos. Pero a lo largo del minuto y cincuenta segundos que dura el spot, Freixenet recuerda todas las etapas vividas durante el centenario, unos cambios en el tiempo que se reflejan también en el vestuario de las burbujas y hasta en el tipo de baile.

En fin. Seguro que esto es machismo o algo.

Más en twitter: @javierfumero


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