Javier Fumero

El nazismo no existe

Manifestación de neonazis en Chueca (Foto: Europa Press).
Manifestación de neonazis en Chueca (Foto: Europa Press).

Desde hace algunos años, el discurso Bildu-etarra repite el mismo mantra, una y otra vez, a ver si cuela: “ETA no existe”. Bajo ese embuste cobijan desde un homenaje a un pistolero-torero hasta exigen el acercamiento de los cuatro desgraciados de la banda que quedan encerrados en prisiones fuera del País Vasco, gracias al celo del ministro Marlaska por acercar al resto.

Les pongo un ejemplo. La portavoz de Adelante Andalucía, Ángela Aguilera, acaba de negarse a condenar los actos organizados para celebrar la salida de prisión de los etarras. Empezó asegurando que cada cual es libre de hacer lo que estime oportuno: “y, si hay determinadas personas que deciden hacer un homenaje, pues que lo hagan. Estamos en democracia, hay expresión, hay libertad, hay paz y por tanto me parece que es una expresión democrática”.

El periodista que le había preguntado, pidió la palabra y volvió a intervenir. Quería saber si es la misma libertad de expresión que deben tener los neonazis que se manifiestan por Chueca. Aguilera reaccionó de inmediato:

-- “Bueno, si hablamos de una organización que vive para que otros no tengan libertad, evidentemente no me parece democrático”.

¿Y ETA? ¿Qué pasa con ETA, una organización “que vive para que otros no tengan libertad”?, continuó interrogando el periodista. Y aquí llegó la respuesta de manual:

-- “Bueno, ETA en estos momentos no existe. Estamos hablando de un problema real, y un problema real son los neonazis campando en un barrio en el que hay una importante población LGTBi, lo cual nos parece una provocación, y yo sí que considero que las ideologías políticas que pretenden que otras personas no puedan pensar distinto, esas sí me preocupan, porque son antidemocráticas y me parecen una vergüenza para nuestra democracia. Lo otro es un problema que no existe. Y entre lo que no existe y lo que existe, me preocupa lo que existe”.

Imaginen el dolor –¡¡tan real!!- de esas familias que han perdido a seres queridos por culpa de la violencia de la banda terrorista ETA. ¿Que no existe? Claro que existe.

De hecho, el razonamiento de Ángela Aguilera no se sostiene hablando precisamente del nazismo. ¿Cuál es el problema del nazismo? ¡Pero si Hitler ya murió y fue condenado! ¿Ven lo absurdo del razonamiento?

El problema es que el nazismo, efectivamente, pervive. Pervive y subsiste en ese puñado de descerebrados y radicales que secundan hoy en día su ideología brutal y sus consignas. Por eso está preocupada, y con razón, la portavoz de Adelante Andalucía. Porque el nazismo pasó… pero no ha muerto. Exactamente lo mismo que sucede con ETA.

 

Por lo pronto, hay etarras –vivitos y coleando- entre rejas. Eso es estar muy vivo: que se lo pregunten a ellos y a sus familias. Y un buen número de gudaris no se ha arrepentido, ni está dispuesto a hacerlo. Es decir, defienden en la intimidad las atrocidades perpetradas por los terroristas y las justifican. Ojo cuidado.

Después, ETA está en la memoria de todos los españoles, provocando todavía un inmenso dolor. Y por último, algunos coletazos de ETA se esconden en representantes, actos y manifestaciones de la izquierda abertzale.

Más en twitter: @javierfumero

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