Javier Fumero

Ojo: los españoles tampoco se fían del Ministerio de Sanidad

Fernando Simón, en el Metro de Madrid.
Fernando Simón, en el Metro de Madrid.

¿Han visto los primeros datos sobre la vacunación de los trabajadores esenciales menores de 60 años que estaban pendiente de recibir la segunda dosis? Están eligiendo de forma mayoritaria (ellos pueden elegir) la vacuna de AstraZeneca. ¿Qué quiere decir eso? Que no se fían del Ministerio de Sanidad. Ni más ni menos.

Esto tiene más importancia de lo que parece. Los ciudadanos se toman muy en serio su vida. Con eso no se juega. De hecho, nadie en su sano juicio suele mezclar la política con las cosas de comer. En esos casos uno es más bien pragmático. Se olvida de filias y fobias, controla con determinación sus entrañas y decide con la cabeza. Si tu vida o algo tuyo muy especial (familia, porvenir, riqueza) está en juego, los eslóganes empiezan a descascarillarse.

Y fíjense en lo que acaba de pasar. Cuando en todo el mundo se detuvo la vacunación con AstraZeneca para estudiar qué sucedía con esos trombos identificados en algunos pacientes –muy pocos-, se puso sobre la mesa la opción de combinar dosis de distintas vacunas. A continuación, el Gobierno español apostó por un estudio –criticado por científicos de alto nivel por la escasa muestra empleada (500 voluntarios)- que hablaba de que un segundo pinchazo con Pfizer entre quienes habían recibido una primera dosis del remedio anglosueco provocaba una alta respuesta inmunitaria.

En ese momento, el Ministerio que dirige Carolina Darias propuso seguir esta pauta pero sin imponerla. Ahora, los afectados pueden elegir: el que esté pendiente de una segunda dosis tiene la opción de escoger el fármaco que va a recibir.

¿Qué ha pasado?

Los primeros datos facilitados estos días por las Comunidades Autónomas revelan que los ciudadanos están siguiendo de forma muy mayoritaria las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Es decir, están optando por repetir con AstraZeneca y evitar un pinchazo con Pfizer. ¡Con la mala fama que había adquirido el primer fármaco!

Los datos son abrumadores. Galicia ha hecho una consulta telefónica: el 87% ha elegido revacunarse con AstraZeneca. Murcia comenzó el martes a distribuir la segunda dosis pendiente: acudieron 5.000 personas y el 90% eligió también el suero anglosueco. En Andalucía el 99% de los afectados ha hecho otro tanto.

La conclusión es clara: muy pocos se fían ya del Ministerio de Sanidad. Ay, pobre Fernando Simón. Alguien en Moncloa debería tomar buena nota. Porque no hay nada más grave en una crisis sanitaria y de comunicación que constatar que los portavoces oficiales han perdido toda credibilidad. Cuando algo así sucede, no se puede mirar hacia otro lado. La nave tiene una vía de agua de aquí te espero. Si no se repara esa grieta, acabar en el fondo del océano es sólo cuestión de tiempo.

Más en twitter: @javierfumero

 
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