El PA: Partido de Ayuso

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso

¿Y si Isabel Díaz Ayuso monta su propio partido político? ¿Y si la echan o anuncia su marcha voluntaria del PP, deja a Pablo Casado y a Teodoro García Egea compuestos y sin liebre, y se lanza a una aventura política en solitario? Esta era la invitación que hacía el pasado viernes un lector de este blog: que analizáramos pros y contras de un movimiento de estas características.

Mi opinión es clara: no lo veo en absoluto. Explico por qué. Ya he dicho que Ayuso me parece un fenómeno político tan espectacular como insólito en los tiempos que corren. Muy pocos líderes españoles han logrado en España sintonizar de forma tan completa y transversal con los ciudadanos. Llegó a la gente y obtuvo apoyos en caladeros ajenos, entre simpatizantes que hasta ese momento votaban a otros partidos. Apeló a la libertad, al sentido común, a déjennos trabajar, a la bajada de impuestos… y eso era justo lo que muchos querían escuchar. Esto, en una España cada vez más polarizada, es un tesoro preciosísimo.

Además, ha logrado presentarse como una líder creíble, cercana, sencilla y que defiende siempre los intereses de los españoles de a pie. Por otro lado, logra convencer a profesionales más preparados que ella para que lideren los proyectos más complicados. Sabe elegirlos, pero también convencerlos. Es decir, resulta creíble también en las distancias cortas.

Dicho todo lo anterior, no veo futuro al Partido de Ayuso. En primer lugar, por ella misma. No la conozco personalmente, pero creo deducir de su forma de presentarse que no le va en absoluto un proyecto de este estilo. Antes, hace las maletas y se marcha a su casa. No parece estar en política para ganar poder a cualquier precio. Quizás peco de ingenuo y le gusta tanto medrar como es taimada y sibilina. Pero no me lo parece.

En segundo lugar, en España nunca han terminado de cuajar los proyectos personalistas que no estuvieran dotados de cierto arraigo por todo el país, con una implantación territorial sólida. UPyD y Ciudadanos han sido plataformas efímeras que, después de un primer momento de euforia, se han acabado diluyendo. Unidas Podemos corre en estos momentos el mismo riesgo. Y no hay que olvidar que Vox vive ahora momentos de gloria, pero estuvo años penando en una esquina, sin comerse un colín, precisamente por esa falta de arraigo territorial. Su desafío vuelve a ser este: no convertirse en un partido efímero.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero

 

Por todo lo dicho pienso que Isabel Díaz Ayuso jamás dará el paso hacia la creación de un partido liberal alrededor de su persona. O lidera un nuevo Partido Popular, limpio de polvo y paja, o termina marchándose por donde vino.

Más en twitter: @javierfumero