Javier Fumero

Pedro Sánchez puede pasar a la historia (si lo hace)

Pedro Sánchez vota en las elecciones generales del 28 de abril de 2019.
Pedro Sánchez vota en las elecciones generales del 28 de abril de 2019.

Vamos a ver qué sucede tras las europeas, municipales y autonómicas del 26 de mayo. Porque tengo para mi que Pedro Sánchez está tramando algo que les voy a contar. Si lo hace, si este es el plan que va a ejecutar, podría pasar a la historia como el primer presidente socialista de los últimos 25 años que deja el país en mejor situación económica que cuando lo encontró.

Ojo. Todos los parámetros dicen lo contrario. El PSOE amaga con aplicar una presión fiscal brutal. Porque no salen las cuentas. Ha amagado con unas medidas sociales carísimas, que van a disparar el déficit. Sólo con una subida de impuestos considerable podría evitar el tirón de orejas de la Unión Europea. Por ese camino, volverá a cometer los errores de sus predecesores, los ciudadanos volveremos a sufrir una recesión y los socialistas volverán a salir de La Moncloa por la puerta de atrás.

Sin embargo, insisto, veo algunos detalles que me llaman la atención. Por ejemplo, la fijación de Pedro Sánchez con el país vecino: Portugal. Nada más tomar posesión como presidente del Gobierno, en julio pasado, el líder español viajó a Lisboa para escenificar su sintonía con “un gobierno hermano” (así lo llamó), en el que —dijo- se ha “inspirado mucho” y del que aprende “mucho todos los días”.

Se trata del Ejecutivo que preside el también socialista Antonio Costa. Efectivamente, estamos hablando de un gobierno sorprendente, que en estos momentos encabeza los rankings europeos de crecimiento económico. En sólo siete años ha pasado de recibir 78.000 millones de euros para un brutal rescate del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, a convertirse en el país con las cuentas más saneadas. Su déficit público ha pasado del 11,2% de 2010 al 0,5% actual. 

Y la situación se asemeja mucho a la de España. El Gobierno de Antonio Costa se aprovechó de un durísimo ajuste realizado por los conservadores que le precedieron y que evitó la quiebra del país. Pero a continuación, Costa ganó una moción de censura, llegó a un acuerdo con los comunistas y los populistas lusos y tomó medidas muy sensatas. También aprobó una subida del salario mínimo pero inmediatamente ordenó un fuerte ajuste del gasto público que le permitió controlar el déficit y la deuda. Además, liberalizó alguno sectores y aplicó rebajas fiscales. Ahora Portugal es uno de los principales objetivos de inversores, fondos y multinacionales.

Si Pedro Sánchez está observando con atención lo que sucede en Portugal y es inteligente, bien podría optar por seguir los mismos pasos. Si algo así sucede, en ese momento, tendría lugar lo que anticipo más arriba: el líder socialista podría pasar a la historia como el primer presidente del PSOE que deja la economía mejor de como la encontró, exceptuando el caso de Felipe González. Se acabaría con el mito de que la izquierda no sabe administrar los dineros de un país.

Sería inteligente y podría tener los apoyos parlamentarios para ello. Ahora solo falta comprobar si hay voluntad política. La oportunidad es única.

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