Javier Fumero

La peligrosa vida de cobrador del frac

El horno no está para bollos. Dicho de otra manera: hay que tener mucho cuidado en estos momentos con las personas que están siendo sometidas a una gran presión, porque no sabemos por dónde pueden salir. Que se lo digan al cobrador del frac que ha sido atacado en Albacete por un moroso armado con un toro mecánico.

Según desvelaba ayer el diario ABC, el joven de 37 años llevaba toda la mañana desempeñando su trabajo como exige su cometido: vestido de riguroso frac, tocado con un sombrero de copa y utilizando el llamativo vehículo de la compañía de recobros se paseaba por Villarrobledo, en Albacete.

Perseguía a un empresario del sector del aire acondicionado que no ha pagado sus deudas. Acudió a su domicilio y aparcó enfrente de su puerta. Salió del coche y, de repente, apareció un toro mecánico que se abalanzó sobre el vehículo y lo empotró contra la pared, dejando al cobrador del frac aprisionado contra la fachada.

El empleado tuvo que ser trasladado al Hospital de Villarobledo en una UVI móvil aquejado de policontusiones. Así quedó el vehículo, en una fotografía firmada por J. V. Muñoz-Lacuna:


El agresor fue detenido por la Policía local. Y deberá pagar por su salvajada.

Sin embargo, merece una pensada constatar el estado en el que se encuentran algunas personas en nuestro país, sometidas a una situación de gran tensión desde hace dos, tres o cuatro años.

Todos podríamos aventurar algún nombre. Quizás el de un honrado padre de familia exhausto, que duerme con dificultad, intentando mantener el tipo cada jornada sin que se le note... aunque no le salgan las cuentas.

Inestabilidad laboral, deudas, conflictos familiares, entidades de crédito inflexibles, hostilidad, asfixia, hambre, estigma social, crisis de ansiedad... Un horror. Pero real como la vida misma.

 

Ojalá podamos pasar página muy pronto. Cuanto antes.

Más en twitter: @javierfumero


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