Prepárense para la campaña de victimismo punto CAT

Llegamos (por fin) a la recta final del juicio del 1-O. Este martes el ministerio público ha tenido cuatro horas para exponer su informe de conclusiones definitivas. El fiscal Javier Zaragoza no se ha andado por las ramas: ha ratificado su acusación inicial de rebelión y ha planteado alguna cuestión que hasta ahora no había manejado en sus escritos e intervenciones.

Lo que más ha llamado la atención es su definición de lo ocurrido en Cataluña en el otoño de 2017. La fiscalía ha asegurado ahora que se trató de “un golpe de Estado” con todas las letras.

-- “La sustitución de un orden jurídico por otro, por medios ilegales. Esto es lo que pretendían. Derogar, suspender total o parcialmente la Constitución y declarar la independencia de una parte del territorio nacional. Eso es el procés”.

Con estas palabras, el fiscal Javier Zaragoza hizo referencia explícita al contenido del artículo 472 del Código Penal, el que tipifica el delito de rebelión. Por si esto fuera poco, se ha adelantado al alegato que las defensas van a realizar la semana que viene en su turno de conclusiones finales.

--  “La razón por la que están siendo juzgados nada tiene que ver con la criminalización de la disidencia política. No se persiguen ideas políticas ni proyectos políticos no compatibles con el orden constitucional. La razón es ni más ni menos que haber intentado liquidar la Constitución de 1978, un instrumento básico de nuestra convivencia. Haber atacado gravemente el orden constitucional mediante procedimientos ilegales”.

¿Qué viene ahora? Se lo imagina todo el mundo. Una beligerante campaña, por tierra, mar y aire, de victimismo militante orquestada por los impulsores del procés. España no solo nos roba, sino que nos persigue, nos llama golpistas y nos impide ser libres, autónomos, independientes.

Está todo preparado. Se esperará a la sentencia, a la espera de que sea condenatoria, claro. Acto seguido se convocarán elecciones anticipadas en Cataluña (a final de año) para, inflamados los ánimos por tanto despecho, los partidos soberanistas recobren aliento y remonten esa desafección creciente entre los ciudadanos que confirmó el último CIS catalán.

Más en twitter: @javierfumero