Javier Fumero

El PSOE tiene un problema de banquillo

Ángel Gabilondo.
Ángel Gabilondo, candidato del PSOE

Cuidado. Toca empezar a pensar en el post-partido, poner sobre la mesa algunas reflexiones que convendrá empezar a tratar este miércoles, nada más pasar la tensa página de estas elecciones autonómicas de Madrid. Me quiero detener en lo que ha sucedido con el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo.

Isabel Díaz Ayuso pilló con el pie cambiado al PSOE con este adelanto electoral, que vino precedido por esas maniobras orquestales en la oscuridad de los socialistas con Ciudadanos. Ángel Gabilondo iba camino de ser designado nuevo Defensor del Pueblo porque Moncloa era perfectamente consciente de que no tiene las dotes necesarias para ganar unas elecciones. Pero Pedro Sánchez apenas tuvo margen de maniobra.

Se habló de Margarita Robles, que se negó en redondo porque sólo veía aristas en esa propuesta. Ella aspira a retirarse presidiendo el Tribunal Constitucional o el Consejo de Estado, y poco más. No había tiempo… y no había banquillo.

Esta cuestión es importante porque no hay que olvidar que dentro de dos años hay otra cita electoral con las urnas en la capital de España. Para nuestra desgracia, este 4-M no ha puesto el contador a cero: habrá que elegir de nuevo presidente de la Comunidad Autónoma en 2023.

¿A quién presentará entonces el PSOE? Lo más prudente sería elegir ahora a un candidato, para que tenga dos años de rodaje, dos años de exposición pública que le permitan foguearse, adquirir músculo y ser conocido.

En este sentido, los líderes regionales que llevan tantos años trabajando en la sombra dentro del Partido Socialista de Madrid van a volver a reclamar su derecho a una oportunidad. Pero tienen un problema: no chutan en las encuestas. Ni José Manuel Franco (ahora en el Consejo Superior de Deportes), ni José Cepeda, parecen tener el suficiente tirón para imponerse a Díaz Ayuso.

Se habla de dos nombres menos conocidos para el ‘día después’: Mercedes González, una buena amiga de Pedro Sánchez que acaba de ser ascendida del Ayuntamiento de Madrid a la delegación del Gobierno precisamente para empezar a ganar visibilidad; y de Juan Lobato, el alcalde de Soto del Real que va en las listas con Gabilondo y podría estar llamado a sucederle.

Sin embargo, hay otro movimiento de estos días que ha llamado la atención: la designación por Moncloa de una ministra como número dos del ticket con Gabilondo, Reyes Maroto. ¿Ha sido una ocurrencia de última hora o Moncloa ha enseñado la patita de hacia dónde pretende llegar con Madrid? ¿Será Reyes Maroto la persona elegida para concurrir contra Díaz Ayuso en 2023?

En cualquier caso, fíjense en el perfil elegido: Reyes Maroto… no es Margarita Robles. Ni mucho menos. A mi modo de ver, la ministra de Industria, Comercio y Turismo no tiene punch. Suena a otra jugada al estilo Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez, Pepu Hernández… tantos que han sido elegidos a dedo por Moncloa para intentar desbancar a la derecha… y se han dejado los dientes en el intento.

 

Por eso digo que quizás haya un problema de fondo: el PSOE tiene un problema de banquillo. Lleva veinte años en las mismas.

Más en twitter: @javierfumero

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