Javier Fumero

Que Apple y Google metan mano en tus cosas

Logotipos de Android y Apple.
Logotipos de Android y Apple.

La compañía tecnológica Apple acaba de anunciar importantes novedades en materia de protección infantil, nuevas herramientas diseñadas por expertos para proteger a los niños de depredadores sexuales que utilizan servicios digitales para llegar hasta ellos. Hasta aquí, una estupenda noticia.

Lo que sucede es que, al parecer, pretenden introducir en los sistemas operativos iOS y iPadOS –los que utilizan todos los teléfonos móviles y tabletas de esta marca- una tecnología criptográfica para limitar la distribución de material de abuso sexual infantil en servicios como iCloud. Empleará “aprendizaje automático en el dispositivo” –ha explicado la empresa- para advertir de contenido sexual explícito en su app Messages.

El anuncio vuelve a poner sobre la mesa un debate muy delicado, relevante y de gran trascendencia: hasta dónde está dispuesta a llegar esta sociedad en la cesión de privacidad, autonomía y libre albedrío, a cambio de seguridad y protección.

Hace unos veinte años, con el 11-S, Occidente constató que el terrorismo había cambiado de cara. Los fanáticos ya no son un ejército en perfecto orden de batalla sino pequeñas células compuestas por ciudadanos corrientes, capaces de pasar años infiltrados en barrios tradicionales sin levantar sospechas. Una vez activados están dispuestos a inmolarse para acabar con la vida de “infieles”.

Esto ha convertido la tarea de vigilancia y prevención en un desafío de enormes proporciones. Ha sido preciso activar protocolos de control inéditos hasta el momento: monitorización de entradas y salidas, cotejo de perfiles, análisis del pasado y de la trayectoria de muchas personas, identificación de actuaciones sospechosas, peinado de mensajes, control de la actividad en redes sociales…

Todo esto, nadie lo duda ya, ha ido en detrimento de la privacidad. Lo hemos podido constatar. Personalmente debo admitir que no me hace ninguna gracia que el Estado vaya ganando terreno y meta mano en nuestras cosas. En lo personal, no tengo inconveniente en que un juez o una autoridad similar realice una requisitoria y me conmine a mostrar mi carpeta de fotos. No tengo nada que esconder. Sin embargo, lo debe justificar. Y me pone bastante nervioso ese afán de papá Estado por ir asfixiando la esfera privada de las personas.

No hay que olvidar que los avances tecnológicos y la generalización del uso de esos nuevos medios técnicos y sociales están provocando que los datos personales de millones de personas estén pasando a manos de empresas y corporaciones. Algunas compañías como Google, Apple, Amazon y Facebook –con acceso a tu dirección de correo, a tu almacén de archivos, a tus rutas e itinerarios más frecuentes, a tus vídeos preferidos, a tus principales búsquedas y actividad- conocen al milímetro nuestros gustos, aficiones, rutinas, estilo de vida, hábitos de consumo, preferencias ideológicas y manías inconfesables.

No me importa si me dan un buen servicio. Pero ¿estamos dispuestos a ceder esta información para que nos vigilen mejor? Ya es posible rastrear los datos de cualquier persona mediante una intromisión en los registros que dejan sus actividades diarias en multitud de sistemas informáticos. Es lo que se conoce como “data-vigilancia”: la completa rendición de la privacidad individual al argumento de la seguridad pública.

Como ya he dicho en alguna ocasión yo veo, al menos, dos problemas principales. Se puede estigmatizar a ciudadanos inocentes, porque se trabaja con estimaciones y patrones genéricos. De hecho, este sistema supone, en el fondo, una vulneración de la presunción de inocencia: todos somos sospechosos y se nos trata como a tales.

 

En segundo lugar, es muy tentador el uso indebido de este gran ‘big data’. Es preciso, por tanto, que compañías tecnológicas como Apple y Google aborden esta cuestión caso por caso, definan claramente sus objetivos y trabajen bajo un estricto control judicial. En caso contrario, se corre el riesgo de erosionar importantes derechos constitucionales de las personas, siempre con la mejor de las intenciones.

Más en twitter: @javierfumero

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato