Javier Fumero

Qué gran acierto han sido las vacunas

Viales de la vacuna de Pfizer.
Viales de la vacuna de Pfizer.

Ha pasado más de un mes desde la retirada de las principales restricciones en España y el país mantiene controlada la pandemia de Covid-19. Creo, por lo tanto, que ya se puede decir: las vacunas han sido un éxito y los ciudadanos han dado un ejemplo de responsabilidad y sensatez de la que han carecido otros. Por ejemplo, los alemanes.

Me sorprende particularmente el caso de los teutones. Siempre los he tenido por gente pragmática, disciplinada y entendida. Nunca pensé que se harían los remolones en algo tan vital como una vacunación.

Pero es que uno de los equipos de investigación que ha logrado en tiempo récord uno de los remedios con ARN mensajero (ese que enseña a nuestras células a generar una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria) se encuentra en tierras bávaras. Los fundadores de BioNTech, la empresa alemana que se alió con la norteamericana Pfizer para dar vida a la vacuna que ahora lleva el nombre de la multinacional, son un matrimonio de origen turco expertos en cáncer, Ugur Sahin y Özlem Türeci, que tienen su sede en una calle de Maguncia (Colonia) llamada Goldgrube, que en alemán significa mina de oro.

Pues mira no. Ni mina, ni oro. Alemania se encuentra en estos momentos inmersa en una grave crisis llamada “cuarta ola” y sopesa volver a imponer restricciones ante las cifras récord de contagios de coronavirus que registra en la última semana. La clave está en que tiene a 16 millones de personas mayores de 12 años sin vacunar. Es una irresponsabilidad. Nueve de cada diez ingresados estos días en las unidades de cuidados intensivos del país no han recibido ninguna dosis según admite el Ministerio de Sanidad.

La incidencia acumulada en Alemania es de 306 casos por 100.000 habitantes en 14 días. En España es de 51,6 puntos, un dato que contrasta también con la mayor transmisión en otros países vecinos como Reino Unido (873), Francia (117), Portugal (105) o Italia (94).

Todavía es pronto para cantar victoria y la prudencia es imprescindible ante un fenómeno aún poco conocido y tan letal. Pero hasta nuestra ministra Carolina Darias admitió el otro día el buen momento español: “lo tenemos acorralado”, dijo gráficamente intentando explicar el estado del coronavirus aquí según los expertos.

Y es que el grado de inmunización de la población española es tal que ahora el bicho no tiene modo de extenderse, de provocar contagios masivos y generar réplicas más dañinas a través de las habituales mutaciones que suelen producirse durante las pandemias.

Por lo tanto, insisto en que es para felicitarse por la ejemplar reacción de los españoles. Los resultados están ahí. Visto lo visto en nuestro entorno, nadie puede negar el grado de efectividad de las vacunas y el acierto que ha sido apostar sin fisuras por una inmunización masiva.

Más en twitter: @javierfumero

 
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