Javier Fumero

Remodelación del Gobierno, ya

Los miembros del Gobierno, en Quintos de Mora, el pasado mes de febrero.
Los miembros del Gobierno, en Quintos de Mora, el pasado mes de febrero.

Urge adaptar este Gobierno a la “nueva normalidad” que debemos afrontar. Pedro Sánchez ya está tardando. Van a ser dos o tres años como mínimo de remar duro, a contracorriente, de digerir una crisis sanitaria que no ha dicho su última palabra y un desplome económico brutal.

En estas circunstancias excepcionales lo prioritario es disponer de un Ejecutivo en condiciones, adaptado a las circunstancias. Y el actual consejo de ministros –no descubro nada nuevo- estaba diseñado para otra coyuntura, para otro escenario completamente distinto.

En agosto se ha publicado algo en este sentido. El ministro de Ciencia, Pedro Duque, acaba de presentar su candidatura para liderar la Dirección General de la Agencia Espacial Europea (ESA). Esta circunstancia podría ser la ocasión que busca Pedro Sánchez para acometer una remodelación del Gobierno en las próximas semanas

El presidente lograría dos objetivos importantes con ese movimiento: primero, fortalecer y hacer más ágil el día a día en la toma de decisiones, con un equipo más “técnico”; y segundo, proyectar hacia Europa la imagen de que reduce gasto en la Administración.

Efectivamente, como ya dije en mayo, los 22 ministros de Pedro Sánchez –uno de los gobiernos más amplios de la Unión Europea, y el más numeroso de la historia democrática de España- resultan una broma pesada en este panorama de recortes, ajustes y austeridad generalizada.

La consecuencia, claro, es que hay ministros absolutamente fuera de foco, desubicados. ¿Qué papel juegan ahora el propio Pedro Duque, la vicepresidenta Teresa Ribera, Manuel Castells, Carolina Darias, Alberto Garzón, Reyes Maroto, Yolanda Díaz, José Manuel Rodríguez Uribes, Luis Planas o el propio José Luis Ábalos?

Sus funciones pueden ser desempeñadas perfectamente por los titulares de Economía, Hacienda, Seguridad Social, Sanidad, Interior y Defensa, Educación y Exteriores. Ocho carteras, un par de vicepresidencias, secretarios de Estado con más músculo por debajo de los ministerios para asumir esas competencias de forma temporal y al tajo.

Ahorro de dinero, pero también ahorro de esfuerzos y de atención, centrados en lo esencial, en lo trascendental, en lo que España necesita en estos momentos. Lo vemos todos muy claro. ¿Lo verán en Moncloa?

Espero que sí. Ya estamos tardando.

 

Más en twitter: @javierfumero

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