Javier Fumero

¿República o Monarquía? Lo votamos cada cuatro años

República.
Manifestación a favor de la República.

“Vuelve la burra al trigo”. Me encanta esta expresión que recoge, como pocas, el hartazgo y fastidio frente a una idea o una propuesta que se repite muchas veces a pesar de ofrecer argumentos contrarios o aunque el debate se haya zanjado incluso sin acuerdo. 

El dicho viene que ni pintado aquí ante la insistente actitud de Unidas Podemos sacando a la palestra, al menos cada seis meses, ese dilema que se pretende vender como real: ¿Monarquía o República? Pablo Iglesias y compañía corean que el debate es improrrogable porque está en la calle: los españoles no podemos vivir tranquilos sin resolver esa supuesta disyuntiva que obstaculiza el normal comportamiento de las cosas. Y raca, raca, raca… vuelve la burra al trigo.

Están en su derecho, faltaría más. Que digan lo que les parezca. Eso sí: ante algunos están pasando como tercos. Una terquedad semejante a la del burro o la mula que tiran hacia el cereal como si no hubiera un mañana, sea razonable o no, con ocasión o sin ella.

Repitiendo argumentos que ya he utilizado en este blog, les replicaría –con igual tenacidad- dos hechos muy reales:

a) Unidas Podemos no puede acusar de falta de legitimidad a la monarquía parlamentaria. Pablo Iglesias exige un plebiscito, dice, porque él no ha votado. Pero alma de cántaro, con ese argumento todo lo que uno no haya refrendado personalmente estaría adulterado. ¿Utilizamos esa línea argumental? En ese caso se nos cae toda la Constitución Española de las manos (estado de las autonomías, derecho a voto, sanidad y educación públicas…), sólo porque la votaron nuestros padres y abuelos. Absurdo.

b) Desde hace cuarenta años en este país se suceden los procesos electorales. Atendiendo al sistema que nos hemos dado, al menos cada cuatro años los españoles con derecho a voto pueden acercarse a las urnas y decidir qué opción de país quieren para sus vidas. Quitamos y ponemos gobernantes, pero también nos pronunciamos sobre el modelo de Estado que preferimos. Y desde 1976 este país legitima, de forma abrumadoramente mayoritaria, la Monarquía. Porque si los españoles estuvieran deseando el advenimiento feliz de una República, Podemos y los partidos republicanos arrasarían. Pero no es así. Todo lo contrario.

Hay quien dice que la expresión “vuelve la burra al trigo” se utilizaba antaño variando el animal. Se habría cambiado el burro por la mula, igual de terco que el asno. Sin embargo, el pasar del tiempo consolidó el protagonismo del burro “por su mala predisposición para aprender”, subrayando así en la genial expresión ese matiz de repetición constante de errores y argumentos desatinados.

A mí me vale.

Más en twitter: @javierfumero

 
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