Ya salió la foto de Feijóo con el narco

Admiten en Génova, la sede de la cúpula del PP en Madrid, que no esperaban que Pedro Sánchez utilizara tan pronto la bala de la foto de Feijóo en el barco con el narcotraficante Marcial Dorado. Efectivamente, sucedió este miércoles en el Congreso, cuando el presidente del Gobierno respondió a las duras críticas del PP por el caso Tito Berni diciendo:

-- “Cuando yo me subo a un barco, lo primero que hago es comprobar quién es el patrón, y creo que ustedes me entienden”.

Efectivamente, yo también pensaba que el PSOE reservaba esa baza para más adelante, de cara a las generales. Imaginaba, por ejemplo, el efecto que iba a causar en un debate televisado, mostrando a cámara la instantánea y echándole en cara al líder popular sus extrañas amistades pasadas. Por bien que respondiera Feijóo, quedaría grabada en la mente de todos los telespectadores el binomio de la sospecha: Feijóo – Narcotraficante. Pum.

Ahora, Sánchez ha gastado esa bala. Ya no funcionará igual. Por más que quieran alargar el chicle, el efecto sorpresa se ha perdido. Además, el PP afirma que no es un argumento que sirva de mucho y explican que la oposición en Galicia ha utilizado varias veces el asunto para desgastarle, sin éxito: después de que el diario El País publicara en 2013 la imagen, Feijóo ha ganado dos mayorías absolutas.

Y mientras tanto, el Ejecutivo se lanza de cabeza a una pelea de sumo, chapoteando en el barro y retransmitida por multi pantalla. El verdadero desgaste lo va a sufrir el PSOE estos meses de pullas, zancadillas y empujones entre miembros del Gobierno. Esta semana la mitad del consejo de ministros ha votado contra la otra mitad, y una mitad del feminismo ha hecho una contramanifestación contra la otra mitad. Divide al enemigo y vencerás, es de manual. En este caso, pensarán en Génova, tiene más morbo porque el rival se ha dividido solo (sin tilde).

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