Javier Fumero

¡Se sienten, coño!

Mujeres militares (Foto: Marco Romero/MDE).
Militares españoles (Foto: Marco Romero/MDE).

El 23 de febrero del año 1981, dos compañías formadas por 288 miembros de la Guardia Civil, comandados por el teniente coronel Antonio Tejero Molina, asaltaron el Congreso de los Diputados en Madrid. 

A las 18.23 horas, armados con un subfusil, los agentes irrumpieron en el hemiciclo. Entonces, el teniente coronel Tejero se situó ante el atril de la cámara, disparó tres tiros al aire con la pistola reglamentaria y, en tono amenazador, lanzó aquellas tres invectivas ya famosas: “¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Se sienten, coño!”.

Me ha venido esta última expresión a la cabeza al contemplar el lamentable espectáculo de esos militares que pasaron la semana pasada a primer plano informativo nacional por ese chat incendiario, plagado de aberraciones, disparates y excesos.

Cualquiera en su sano juicio puede advertir el grave daño que ese grupo ha hecho a las Fuerzas Armadas en general. Nada legitima lo que allí se proclama. Nada. Ni siquiera que se trate de un ámbito privado. ¿Matar a 25 millones de personas? ¿En serio? Cualquiera que admita ese pensamiento en la intimidad y manifieste, medio en serio medio en broma, esa enormidad aunque sea en su casa, merece ser tratado como un enfermo, porque lo es.

La situación política actual tampoco justifica semejante desvarío. No tiene un pase. La democracia es otra cosa. Quizás alguno no se haya enterado todavía pero la violencia no es solución para desafíos políticos. En ningún caso. Ya tuvimos bastante con la banda terrorista ETA, por poner un doloroso ejemplo reciente, que proponía exactamente lo mismo que estos descerebrados.

Quizás alguno diga que se trata de “una forma de hablar”, una hipérbole; una especie de licencia, que exagera un elemento de la realidad para dar mayor fuerza expresiva al mensaje. A mi no me vale porque con los muertos no se juega y mucho menos, quienes han tenido en sus manos, por graciosa concesión del pueblo, el poder de ejercer la violencia legítima. Ellos deben ser especialmente ejemplares, siempre lo he dicho.

Por eso es tan grave lo que ha sucedido. El que esté muy, muy nervioso con el republicanismo de Podemos, con el independentismo, con las afrentas al rey, con el minuto de gloria de Bildu y los abertzales… que se tome una tila, que haga un poco más de deporte, que se tome un Lexatín y duerma varios días del tirón. Todo menos consentir que se le hinche la vena. 

Y quien no pueda controlarse y permanecer sentado, como parece el caso de algunos integrantes de ese horrendo chat, que tenga en cuenta que la sociedad democrática y sensata está dispuesta a defender lo que tanto trabajo ha costado conseguir: esta paz y armonía que es la base de una sociedad plural y abierta. Nos van a tener enfrente.

Más en twitter: @javierfumero

 
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