Javier Fumero

Semana Laica

Me ha resultado curioso leer estos días, como suele ser algo habitual en estas fechas, por otro lado, algún artículo en tono de queja, indignado, sobre los festejos religiosos de estas fechas. No hay derecho, afirman algunos, a esta imposición. Es un disparate.

Para estas personas estos días han triunfado un puñado de "tradiciones ancestrales", conductas irracionales. Como ver a un puñado de tipos con capirote al estilo ku kux clan desfilando por las calles del pueblo.

En L’Hospitalet de Llobregat, sin ir más lejos, se ha montado un gran revuelo esta Semana Santa. El tradicional desfile de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona se ha celebrado pese a la prohibición expresa del Ayuntamiento, que gobierna el Partido Socialista.

A los legionarios les dio igual. Salieron en procesión con el Cristo desde la parroquia de La Inmaculada Concepción. A la cita acudieron unas 800 personas. Ellos defendían la libertad de culto. 

El líder de esta agrupación es Jesús Cañadas. Nació en Tiana (Barcelona) y el otro día explicaba, en perfecto catalán, que a la hermandad se le prohíbe salir a desfilar. Por eso salen a la calle estos días acogiéndose al derecho de manifestación. Y se pregunta: ¿por qué nos prohíben salir? No llevamos ningún símbolo anticonstitucional, ni armas.

¿Por qué se les prohíbe salir? ¿Por militares? ¿Por una cuestión religiosa? No sé qué es peor.

Estos días circulaba por guasap un chiste que recogía el siguiente diálogo:

-- Yo soy ateo. No creo en las religiones.

-- Entonces ¿no quieres vacaciones de Semana Santa?

 

-- Señooooor, me has mirado a los ooooojos; sonriendo, has dicho mi nooooombreeee

No es más que una broma pero Ada Colau demostró bastante poca gracia el otro día en el Salón Educativo de Barcelona, cuando se dirigió a los militares para indicarles que no deberían estar allí. Demostró poco humor y mucha ignorancia.

Si la prohibición municipal a los legionarios obedece a una cuestión religiosa es para quedarse perplejo. Aquí todo el mundo tiene derecho a salir a la calle… menos los cristianos que quieran hacer manifestación pública de su fe.

La Comunidad de Madrid registró un total de 3.085 manifestaciones en 2015. Es una media de 8 concentraciones al día. Aquí se incluyen las protestas animalistas, de sectores que protestan por un salario justo o más vacaciones, movilizaciones pacifistas, en defensa de la homosexuales, contra el cambio climático, contra la caza, en defensa del planeta, por el ahorro energético, por los derechos del pueblo mahorí…

Estoy a favor de esta libertad de manifestación. Y no entiendo tampoco que nadie venga exigiendo que los legionarios se queden en casa. Tampoco en Cataluña. O que los llamen irracionales.

Después están los intolerantes activos. El pasado viernes un encapuchado se lió a martillazos con el Nazareno de Osuna, cuya imagen recibió un ataque a primera hora de la mañana, poco tiempo antes de la salida procesional.

Según reveló el diario ABC, el suceso tuvo lugar cuando el párroco de la iglesia de la Victoria abrió la puerta lateral de la calle La Cilla para que entraran los hermanos de las Angustias, que tenían que arreglar su paso.

En ese instante, una persona encapuchada y con guantes, que esperaba en la puerta del templo, entró en la iglesia, se subió a una mesa para acceder al paso del Nazareno, y sacó un objeto con el que golpeó a la imagen. Se trataba de un martillo pequeño que provocó desperfectos en la policromía del Cristo. Tras eso, el agresor huyó de la iglesia.

Corren malos tiempos para la tolerancia y la libertad religiosa. ¿Por qué es tan difícil respetarnos unos a otros? Me cuesta encontrar una respuesta a esta pregunta.

Más en twitter: @javierfumero

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato