Javier Fumero

“¿Será verdad?”: La inquietante pregunta sobre Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, con Isidro Fainé (izquierda) y José María Álvarez-Pallete (derecha).
Pedro Sánchez, con Isidro Fainé (izquierda) y José María Álvarez-Pallete (derecha).

Es la peor pregunta que se puede hacer un lector de periódicos ante una noticia: “¿Será verdad?”. Esa reacción significa que el medio ante el que se encuentra ha perdido lo más importante que puede ofrecer: la credibilidad. De ahí, que quienes nos dedicamos a esto del Periodismo tengamos como prioridad absoluta y principal no erosionar ni un milímetro ese atributo, esa propiedad.

En nuestro caso, el de este confidencial, que vive además de intentar adelantarle cada día al lector un puñado de informaciones exclusivas, esa característica se vuelve indispensable. Por eso internamente tenemos muy a gala una Sección de esta web que hemos llamado ‘Ya lo dijo ECD’. 

Ahí vamos recogiendo regularmente aquellas informaciones más relevantes que hemos desvelado antes que nadie y que, con el pasar del tiempo, han terminado por salir a la luz pública. Si alguien quisiera evaluar nuestro trabajo, sería un buen lugar donde detenerse. Ese es nuestro aval, nuestra mejor tarjeta de presentación.

Todo esto viene a cuento de Pedro Sánchez. Porque los ciudadanos comienzan a hacerse esta pregunta tan comprometida cada vez con más frecuencia referida al presidente del Gobierno. Basta escuchar un nuevo anuncio de Sánchez y observar la reacción en las redes sociales de la gente sensata, no radicalizada: “¿Será verdad?”. Es bastante común.

Un ejemplo palmario lo tenemos en la noticia que se conoció esta semana tras la reunión con los directivos del Ibex 35. Moncloa filtró que está diseñando una especie de club VIP, integrado por 15 empresarios, para la reconstrucción del país. Un órgano que estará, han dicho, bajo la supervisión de Iván Redondo.

¿Será verdad? Es tremendo el poder destructor que tiene esta pregunta en un contexto como este. El Gobierno intenta explicar su esfuerzo por reactivar el país pero parece haber consumido todo su crédito. Ojo: se lo ha ganado a pulso. Insisto en un ejemplo que ya he puesto: el falso comité de expertos para la desescalada, que nunca existió. Eso no se hace.

Moncloa se ha quedado afónica porque mentir no sale gratis. Mentir, además de ser un bicho con las patas muy cortas, suele pasar factura. Y de las peores. Es ácido corrosivo, que se lleva por delante la credibilidad de quienes se sirven de ella. Ofrece rédito a corto plazo, éxitos efímeros porque a la larga, puede terminar tumbando cualquier carrera personal. Es muy probable que lo veamos.

Más en twitter: @javierfumero

 
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