Javier Fumero

Teoquemada saca la guadaña

Teodoro García Egea y Pablo Casado
Teodoro García Egea y Pablo Casado

Se veía venir. Este pulso que ha echado Alfonso Alonso a Génova desde el País Vasco no hacía presagiar nada bueno para el ex ministro. El final estaba escrito. Efectivamente, Pablo Casado y Teodoro García Egea han sacado la guadaña este domingo y han liquidado al político popular.

En el fondo, se han acelerado los tiempos. El PP nacional estaba dispuesto a contemporizar y dejar pasar las elecciones en el País Vasco pero Alfonso Alonso llevaba tiempo en el punto de mira. Se condenó él solito cuando en las primarias del PP para relevar a Mariano Rajoy apostó a muerte por Soraya Sáenz de Santamaría.

Hay quien cuenta, incluso, que en esa batalla Alfonso Alonso no jugó especialmente limpio. Se posicionó muy claramente contra Pablo Casado, realizó alguna maniobra sucia y dejó muertos por el camino. En el equipo del vencedor tomaron cumplida nota.

Lo extraño del caso es que el adelanto electoral decretado por Iñigo Urkullu salvó inicialmente a Alfonso Alonso. Casado ya le buscaba relevo cuando se anunció la cita del próximo 5 de abril. No había tiempo para encontrar un sucesor con garantías y se apostó por el pragmatismo: Alonso tendría su oportunidad y después ya se vería.

Es lo mismo que le sucedió, por cierto, a Casado en Andalucía con Juan Manuel Moreno Bonilla. Otro sorayista convencido que se salvó de la limpia que preparaba el nuevo líder nacional por la inminente cita con las urnas. El sorprendente resultado de las elecciones andaluzas –la derecha sumó mayoría absoluta con Vox- le salvó el pescuezo y allí sigue después de haber sido sentenciado en Madrid.

Pero Alfonso Alonso, sorprendentemente, no ha apostado por un perfil bajo. Le ha echado un pulso a Génova. Como si tuviera un as en la manga, como si Soraya estuviera tramando maniobras orquestales desde la oscuridad de su despacho en Cuatrecasas.

Los pulsos de Alberto Núñez Feijóo se entienden: él gobierna en una comunidad autónoma y, de confirmarse las encuestas, todavía parece capaz de pelear por una mayoría absoluta en un rincón de España. Pero este desafío de Alonso, con un partido hecho unos zorros en esta comunidad, ha dejado perplejo a más de uno.

Alonso puede mirar por encima del hombro a Pablo Casado porque logró ser ministro de un Gobierno y formar parte del equipo de confianza del presidente Mariano Rajoy, que ha intercedido por él en toda esta batalla. Pero de ahí a cuestionar a quienes ahora llevan las riendas del partido hay un trecho.

Por eso ‘Teoquemada’, como llaman con malicia al secretario general del PP algunos irreductibles, haya sacado la guadaña sin contemplaciones y cortado la cabeza del líder sin pestañear. Aquí mando yo, habrá dicho Casado, y motines, ni uno.

 

Más en twitter: @javierfumero

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