Las vicepresidentas están en una guerra mentirosa
Cuentan desde el PSOE que es una estrategia perfectamente diseñada. Recordando aquella confidencia indiscreta de Zapatero a Iñaki Gabilondo, a Pedro Sánchez también le conviene que haya tensión, que las vicepresidentas del PSOE en el Gobierno y la líder de Sumar confronten propuestas y, aparentemente, se desdigan. Es todo un montaje.
Estos días, por lo tanto, asistiremos a un teatrillo. Yolanda Díaz saldrá a decir una cosa y a las pocas horas, le saldrá al paso Nadia Calviño o María Jesús Montero, enmendándole suavemente la plana. A las dos formaciones les conviene este juego. Lo explican así.
Yolanda, Sumar y Podemos pretenden pasar ante sus votantes por irreductibles. “La moqueta no nos ha cambiado”. “Haber llegado al poder no ha hecho que seamos más complacientes”. “Seguimos diseñando el asalto a los cielos, ahora desde el gobierno”. “No hemos perdido autenticidad: continuamos defendiendo ideales de izquierda”. Y así todo.
En frente surgirán las voces… de la sensatez. Calviño y Montero darán imagen de estadistas, de moderación, de protección de derechos, de remedio a desvaríos populistas, del sentido común que guarda la casa. Nada de asustar a las ovejas. “Esto no es posible porque no salen las cuentas”. “Hay que tener los pies en el suelo”. “Nada de ensoñamientos, ni de paraísos buenistas: hay que pagar las facturas a final de mes”.
La semana pasada ya vimos un ejemplo con la nueva ley de vivienda que se está negociando en sede parlamentaria. Los grupos de la mayoría de la investidura (Podemos, ERC y EH Bildu) estaban cerca de consensuar que se fije por ley un límite al incremento del precio de los alquileres cercano al 3%. Todos parecían de acuerdo… hasta que saltó el Ministerio de Economía.
El departamento que lidera la vicepresidenta Nadia Calviño ha asegurado oficialmente que está “estudiando todas las propuestas” pero oficiosamente se ha filtrado que de ninguna manera se va a establecer por ley ese límite del 3%. Sería un mensaje muy negativo para el mercado, explican desde Economía, que puede acabar provocando que salgan menos viviendas al alquiler. Pum.
Es sólo un ejemplo, insisto. Pero habrá más. Yolanda Díaz propone topar los precios de los alimentos en las grandes superficies, y una voz sensata del PSOE sale a decir que eso no es razonable. Así todo. A pocos meses de las elecciones, cada uno subraya el perfil que más les conviene: la defensa de los más desfavorecidos, por un lado, y el recordatorio del sentido común, por otro. Y todos contentos con la farsa.
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