Javier Fumero

Les voy a contar un secreto: es puro marketing

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Les voy a contar un secreto que para ustedes, seguramente, no lo es: el pacto sobre los Presupuestos que acaban de anunciar Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es papel mojado, no va a ninguna parte, es un bluf, puro y simple marketing electoral.

Los dos saben que estas cuentas no se van a aprobar en sede parlamentaria. No tienen los apoyos suficientes. El PDeCAT lo ha dejado muy claro: con ellos que no cuenten si no se libera a los presos y se convoca un referéndum en Cataluña. Por lo tanto, no hay consenso en el Parlamento para un acuerdo de este tipo. La suma no sale.

Por si esto fuera poco, las cuentas son obscenamente derrochadoras. España no puede asumir semejante incremento del  gasto público en estos momentos. Esto Europa lo sabe y lo vigila: por eso este borrador jamás podrá obtener el visto bueno de Bruselas.

Pero a PSOE y Podemos les conviene el paripé de la firma, la lectura pública del listado de propuestas. Es un show de cara a la galería.

Pedro Sánchez se presenta ante el mundo como un gobernante que hace los deberes, que intenta el acuerdo hasta el final. Se había comprometido a aprobar unas nuevas cuentas públicas para 2019 y va a quedar claro que por él no será.

Por otro lado, tiene un colchón: la prórroga de los presupuestos del PP. Como ya se contó en estas páginas, esa jugada es genial, porque resuelve de un plumazo el obstáculo de Bruselas. Las cuentas de Rajoy cumplen el objetivo de déficit y le permitirán seguir a Pedro Sánchez en Moncloa un año más, sin sanciones ni tirones de oreja comunitarios.

Y en tercer lugar, este elenco de medidas progresistas, de más gasto social, de atención al más desfavorecido, del regreso al Estado del Bienestar, son un excelente programa electoral para las próximas generales. Pedro Sánchez podrá presentarse ante los españoles blandiendo el papelito firmado este jueves: yo he demostrado ya mi voluntad de ir por aquí, no hablo de teorías. Si no salió adelante, no fue por culpa mía.

Mientras tanto, Podemos también gana: ha vuelto a la primera línea política. Tras muchos meses de vida prácticamente vegetativa, con broncas internas y crueles ajustes de cuentas, la formación morada ha vuelto a presentarse como un partido útil, con mando en plaza y capacidad para influir en las políticas del Ejecutivo.

Insisto: Pedro y Pablo saben que esto es un paripé y el acuerdo no va a ningún sitio. Pero eso, explican en privado, es ahora lo de menos. Lo importante es el mensaje que transmiten.

Más en twitter: @javierfumero

 
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