Javier Fumero

Yo no veo pobres

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, interviene durante la sesión de control al Gobierno del Pleno del Congreso
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, interviene durante la sesión de control al Gobierno del Pleno del Congreso

Hay que reconocer que la andanada de Nadia Calviño el otro día en el Congreso a Iván Espinosa de los Monteros fue de las que hacen época. Un zasca, como se dice ahora, memorable.

El portavoz de Vox recitó la pregunta que tenía registrada en el orden del día de la sesión de control al Gobierno. Mirando a la ministra de Asuntos Económicos, le cuestionó: “¿Es responsabilidad suya que hoy los españoles sean más pobres que hace tres años?”. Y arrancó un duro alegato en el que acusó al Ejecutivo de querer erradicar a los ricos, mientras Vox propone la erradicación de la pobreza. Interesante.

El sustituto de Macarena Olona en el hemiciclo acusó al Gobierno de Sánchez de ser “una máquina de crear pobres”. Y añadió: “Pensábamos que Zapatero era difícil de superar, pero ustedes están pulverizando todos los récords de empobrecimiento. Váyanse, pero antes pidan perdón por todo el daño que están causando”.

Pero a continuación, cometió el error de soltar: “Señoría, no conozco a ningún español que haya prosperado con su Gobierno, excepto ustedes y los indocumentados de Podemos”. Pum.

Entonces, la ministra Calviño, con una inusitada contundencia –fruto muy probablemente de un agudo asesor que le preparó esa ficha para restar en la red una bola previsible-, respondió de manera brillante:

-- “Dice que no conoce a ningún español que se beneficie de la acción de este Gobierno. Tiene que revisar a sus amigos. ¿No conoce a nadie que perciba el Salario Mínimo Interprofesional? ¿A ningún joven que ha conseguido un contrato indefinido gracias a la reforma laboral? ¿A nadie que se beneficie de las becas, de la inversión en Educación, de la Sanidad Pública, del transporte público gratuito, de las ayudas a los autónomos, de los ERTE, de las ayudas a las empresas, de los avales del ICO, del Ingreso Mínimo Vital, de las ayudas a las familias que tienen niños pobres? ¿Cómo puede ser, señor Espinosa de los Monteros, que no conozca a ningún español real?”, se preguntó con sorna Calviño.

El portavoz de Vox quizás quiso decir que alardear de gasto social, de ayudar a los menesterosos, como hace el Gobierno, no puede ser nunca motivo de orgullo. Porque un Gobierno debe trabajar para que no haya pobres. El objetivo de esas ayudas es que… terminen no existiendo por la mejora de un país y sus habitantes. Escuchar al PSOE y Podemos fardar de paguitas y subvenciones provoca urticaria: parecen empeñados en tener sometidos a los ciudadanos a través de esa fragilidad.

Quizás por eso, Espinosa de los Monteros intentó defenderse después por Twitter de las críticas que recibió:

-- “Veo a la izquierda entusiasmada porque Calviño me ha dicho que los españoles que cobran el salario mínimo, acuden a la sanidad, u obtienen una beca, son ejemplos de personas que han prosperado con su gobierno. Y ese es el problema de la izquierda. Que crean que eso es prosperar”.

 

Sin embargo, Calviño abrió un melón importante: cuánto somos capaces de ver indigentes a nuestro alrededor, cuánto de generosa es nuestra actitud ante los que pasan necesidad al lado nuestro, qué reacción provoca en uno mismo un mendigo, un depresivo, un enfermo, un refugiado, un sin techo…

Más en twitter: @javierfumero

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