Ahora que ETA no les tiene con la pistola en la sien
ETA se ha propuesto escenificar a su manera la operación punto final: su muerte y desaparición.
Acaba de publicar un hipócrita comunicado de “petición de perdón”, y diseña la parafernalia del último acto, el anuncio definitivo de que dejan de existir.
Conforme va pasando del tiempo desde que dejaron de disparar, la propia banda, pero sobre todo el mundo que apoyó a los asesinos, están buscando cómo alterar la realidad de lo que ha sucedido, cómo maquillar y camuflar el horror que sembraron durante décadas. Es la operación olvido.
Y es que ahora está en juego (se ha repetido muchas veces) el relato que finalmente quedará de esos años de plomo.
Pienso que el dolor ha resultado tan grande, la barbarie tan excesiva, como para que se pueda caer en esa trampa. ETA (y sus cómplices) pretende ir desapareciendo sin que quede rastro. Pero no se debe permitir.
A poco que se hagan las cosas medio bien, a poco que no se duerman quienes deben permanecer despiertos, la negra huella de ETA nunca desaparecerá.
Por mucho que discurran los años y vayan desapareciendo quienes fueron sus víctimas, y las familias de las víctimas, las cosas deben contarse tal como ocurrieron. Igual que no ha muerto la memoria del nazismo criminal de Hitler y del comunismo genocida de Stalin y Pol Pot.
Ha llegado el momento de la gallardía para las sociedades que acogieron, alojaron, camuflaron, permitieron, y hasta “comprendieron”, el terrorismo de ETA, en aquellos tiempos en que miraron a otro lado y musitaban aquel terrible “algo habrá hecho”.
Es su hora. Ya no tienen la pistola en la sien. Ahora pueden hablar y expresarse. Pueden salir a la calle. No deben cometer la villanía definitiva de continuar mirando a otro lado, como si nada hubiera ocurrido. Porque sería su condena final como sociedad.
Y, ahora que ya no sienten en la sien la pistola de ETA, no se entiende (duele el estómago solo de pensarlo) la masiva manifestación de Pamplona en apoyo a la jauría que apaleó a dos guardias civiles y sus acompañantes en Alsasua.
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