José Apezarena

Ahora el Gobierno pide perdón

Les cuesta a los políticos pedir perdón. Les cuesta mucho. Al menos en España. Quizá porque consideran que hacerlo constituye un signo de debilidad. Lo cierto es que aquí muy pocas veces se escucha a un gobierno, a una administración, a un partido… presentar sus disculpas y decir “lo siento”.

Aquí han ocurrido últimamente cosas muy fuertes, y sin embargo da la impresión de que nadie tuvo la menor responsabilidad. Desde la terrible crisis económica, que dejó a España al borde de la intervención y con una pavorosa destrucción de empleos, hasta la quiebra y desaparición de las cajas de ahorro, la corrupción política… Sucesos que han dejado el país malherido, y nadie ha querido dar la cara para disculparse. Como si no fuera culpa de nadie.

Estos últimos días hemos padecido las consecuencias de un intenso temporal de nieve y frío, que ha afectado a numerosas provincias, pero sobre todo a zonas poco habituales de tanta inclemencia. Por ejemplo, el levante español.

Se han producido episodios de trenes bloqueados, autopistas y carreteras colapsadas, miles de ciudadanos atrapados, cierres de colegios y escuelas... todo ello ampliamente cubierto informativamente por los medios, sobre todo las televisiones.

La Unidad Militar de Emergencias ha tenido que ser desplegada sobre el terreno en ayuda de los damnificados, y todas sus unidades han estado en alerta durante las horas clave.

Que, en pleno temporal, la cuestión no era pequeña, lo demuestra el hecho de que el ministerio de Fomento, con su nuevo titular, Íñigo de la Serna, creó un gabinete de crisis para atender a todas las necesidades y demandas.

Y aquí ha venido lo novedoso: el ministro ha pedido perdón a los ciudadanos por las molestias que estaban provocando los cortes de carreteras  y los problema con los trenes. Como digo, no era normal hasta ahora que los responsables políticos se disculparan.

Pero es que parece que se trata de una expresa instrucción a los miembros del actual Ejecutivo. Porque también lo ha hecho la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en relación con la tragedia del Yak 42. Públicamente, en nombre del Estado, ha pedido perdón a las familias de las víctimas.

Posiblemente esa nueva tendencia tenga que ver que ver con que este es un Gobierno en minoría, que constantemente necesita apoyos para gestionar el país. Y esa debilidad obliga a talantes muy distintos de los que se practicaron en la anterior legislatura, la de la mayoría absoluta, cuando no se negociaba sino que se imponía.

 

Y también porque, en los pasados cuatro años, se alejó de la calle, se distanció de la gente, no sintonizó con la ciudadanía, no empatizó, como se dice ahora. Y eso le ha pasado factura en las urnas provocando la pérdida de aquella cómoda mayoría.

Pues no hay mal que por bien no venga. Bienvenida la nueva moda de los políticos y gobernantes de pedir perdón a los ciudadanos.

Lo que hace falta es que se convierta en práctica común, en hábito, y que no lo olviden cuando otra vez se sientan seguros.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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