José Apezarena

Atención, Zuckerberg quiere manejar las elecciones en España

Existen, que se sepa, al menos tres procesos electorales bajo sospecha, de los cuales hay que poner entre paréntesis los resultados alcanzados porque no resultan del todo fiables: la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el referéndum del Brexit en Inglaterra, y el falso referéndum del 1 de octubre en Cataluña sobre la independencia.

En los dos primeros procesos se utilizaron la tácticas de Cambridge Analytica, para manipulación de personas a partir de sus perfiles, con datos obtenidos subrepticiamente de Facebook. Fue una de las consecuencias (y aún no se ha sabido todo) de la espectacular fuga ocurrida en la compañía que preside Zuckerberg.

Cambridge Analytica trabajó para la campaña de Trump en 2016 y en el referéndum del Brexit. En el primer caso, microsegmentó sus mensajes siguiendo procedimientos ya utilizados anteriormente, pero utilizando algo nuevo: perfiles psicológicos, con modelos que predecían el carácter de los destinatarios.

Por lo que se refiere a Cataluña, días antes del referéndum aparecieron en Twitter una serie de actores malintencionados, dedicados a influir sobre los votantes. Se sabe que robots activados por hackers rusos contaminaron la red con un millón de tuits. Medio millar de cuentas, que eran perfiles automáticos, enviaron sus mensajes sobre todo al sector independentista, lanzando contenidos negativos y violentos, que fomentaban la inestabilidad y el odio.

Los estudios realizados hasta el momento concluyen que esa ofensiva produjo que al menos 300.000 usuarios pasaran, de forma drástica, de unas posiciones (emociones) positivas a otras negativas. Lo cual condicionó su voto el 1-O.

Bueno, pues empieza a publicarse que los partidos españoles también han utilizado o van a utilizar mecanismos de control y dirección de mensajes, a partir de esas informaciones confidenciales, para captar adhesiones. Sin descartar, por supuesto, que los destinatarios puedan incluso cambiar el sentido del voto.

De cara a las pasadas elecciones generales, el director de campaña de Obama, Jim Messina, aconsejó al PP que, en redes, concentraran la actividad en las últimas 72 horas, con objeto de conseguir entre 11 y 13 impactos por votante, que es la cifra que provoca una reacción que incide en la voluntad de voto.

Según Rafa Rubio, profesor de la Complutense, esa publicidad en redes "estaba orientada a buscar una reacción emocional e inmediata”. El objetivo de los anuncios en Facebook no era implicar al votante, o conducirle a una web con datos sobre pensiones o paro, sino influirle con mensajes agresivos.

Como es bien conocido, Facebook permite segmentar el público en categorías muy precisas, y por tanto adaptar el mensaje a destinatarios identificados y sensibles.

 

Facebook y Google acumulan información de sus usuarios sobre tiendas, hogares, vacaciones, medios de locomoción, lugares de trabajo... Mezclando datos de otros bancos es posible sumar detalles precisos sobre estudios, número de hijos, religión, ideas políticas, actividades, intereses, medios de comunicación que consume... Y también cuánto tiempo hablamos por teléfono, cuándo y con quién, si cometes faltas de ortografía, la velocidad con que escribes, qué libros has comprado, qué serie de televisión sigues, que periódicos lees, que búsquedas realizas...

A partir de tan ingente información es posible catalogar a las personas, deducir sus inclinaciones ideológicos, a qué partido suelen votar... y tal vez convencerles de hacerlo o de no hacerlo.

Según recogía ayer El País, un estudio famoso de 2013 estimó que bastaba mirar los likes en Facebook para acertar el sexo en el 93% de los casos. El modelo también predecía si era gay con un 88% de probabilidad y la ideología con el 85%. Y es posible acertar en la posibilidad de que cualquier mujer esté embarazada. “Cuanto más sabes de alguien, y más fino es su perfilado y más fácil es apuntarle, más opciones hay de que seas capaz de persuadir, influir o manipular a la gente”, dice Frederike Kaltheuner.

Existen en España empresas que tienen acceso a los datos internos de Facebook, y que ya han trabajado con algunos partidos políticos en las elecciones catalanas. Para los comicios locales, autonómicos y europeos de 2019, las herramientas digitales estarán todavía más depuradas y experimentadas.

Aviso a navegantes. Si nadie lo remedia, el señor Zuckerberg va a condicionar las próximas elecciones en España. Porque no faltarán personajes y partidos que sucumban a la tentación de pedirle su ayuda.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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