José Apezarena

Carmena y sus colegas practican el arboricidio

El ayuntamiento de Madrid va a proceder al derribo de 750 árboles en la ruta más emblemática de la capital, el Paseo de la Castellana.

La noticia se conoció inmediatamente después de la desgraciada muerte de un niño de cuatro años, alcanzado por un árbol que cayó en el Parque del Retiro durante uno de estos días de fuerte viento.

El anuncio municipal detallaba que se va a proceder en esa vía a la tala de árboles "viejos" y "decrépitos", que se considera que se encuentran en estado "irreversible". Algo que también se aplicará en otras muchas calles.

No sé por qué, ese lenguaje, aparentemente técnico, me ha recordado algunos argumentarios manejados por los partidarios de implantar la eutanasia, es decir, la eliminación de seres humanos viejos y decrépitos, declarados irreversibles por terceros mal intencionados.

La determinación con que el ayuntamiento se ha planteado acabar con la vida de los más de setecientos árboles de la Castellana contrasta, en mi opinión, con posiciones anteriores de los miembros del gobierno municipal, mucho más "naturalistas" y "conservacionistas" de lo que ahora se muestran.

Bien está, y hay que aplaudir por supuesto, el objetivo de evitar desgracias como consecuencia del mal estado de los árboles madrileños. Lógico es que se procure que no vuelvan a ocurrir desgracias como el fallecimiento de ese niño en el Retiro. Pero ahora da la sensación de que en los munícipes de izquierda ha entrado una especie de furor destructor. Porque setecientos ejemplares abatidos solamente en la Castellana son muchos árboles.

Carmena y sus muchachos parecen bastante menos proteccionistas que en el pasado. Y, como son los que ahora gobiernan, seguramente se acuerdan de que, siendo alcaldesa Ana Botella, se produjo la muerte de un hombre por la caída de un árbol, y entonces la oposición de izquierda le culpó de lo ocurrido y pidió su dimisión inmediata.

Organizando un auténtico arboricidio por las calles y parques de Madrid, los munícipes de Podemos quieren ahorrarse riesgos. Se entiende desde el punto de vista del interés por seguir en el cargo. Pero resulta poco congruente con posiciones y manifestaciones del pasado. Es lo que tiene haberse convertido en políticos profesionales. Y vivir de eso. Lo van a pagar los árboles.

editor@elconfidencialdigital.com

 

En Twitter @JoseApezarena

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