José Apezarena

Cataluña nos roba

Uno de los grandes éxitos de marketing político, aunque también cabría calificarlo como fenómeno de manipulación, fue el lema "España nos roba".

Se trata de un mensaje que, en cuanto comenzó a circular, golpeó rápida e intensamente en muy amplios sectores de Cataluña, hasta el punto de fundamentar en gran medida la actual y masiva movilización ciudadana a favor de la independencia.

Cuanto más corto, inteligible y directamente impactante es un lema, tanto más rápidamente logra el éxito y se impone. Y el "España nos roba" reunía, sin duda, todos los elementos.

Así que me apoyo hoy en la contundencia y eficacia de la susodicha frase para presentar esta columna con el provocador titular que la encabeza.

No es mío. Lo tomo de un comunicante que se ha dirigido a El Confidencial Digital con esa formulación, "Cataluña nos roba", para a continuación tratar de justificar tan paradójica y contundente proclama.

"Nos quiere robar un cacho de Península", afirma en primer lugar, argumentando que se quiere adueñar de un territorio que pertenece a todos los habitantes del país.

La Cataluña de hoy, continúa, "se ha construido con el dinero y los impuestos de todos los españoles", que por tanto no se han utilizado en otros territorios, "y ahora nos los quieren robar".

Todos esos recursos, que han financiado AVE's, aeropuertos, infraestructuras... "pertenecen a todos los españoles", y nos los quieren robar, insiste.

Si las cuatro provincias catalanas son hoy lo que son, se debe al hecho de "pertenecer y haber pertenecido a este país (España) que ha proporcionado los medios, leyes, estabilidad, etc. para que todos podamos disponer y disfrutar de lo conseguido entre todos". Y ahora nos lo quieren robar, repite.

 

Quieren robarnos arte, cultura, literatura, arquitectura, gastronomía, historia... gestados por todos y que nos pertenecen a todos.

Hasta aquí los argumentos del citado comunicante.

No comparto, desde luego, la afirmación "España nos roba". Pero tampoco doy la razón al "Cataluña nos roba".

Entre otras cosas, porque la independencia no se va a producir. Al menos por ahora. Y creo que tardará muchísimo, si alguna vez se produce, precisamente por las barbaridades y despropósitos que vienen protagonizando sus principales impulsores y que culminarán el uno de octubre.

Se cuenta, en broma, que un soldadito español creía que la orden "formar por pelotones" quería decir formar "porque sí".

Tratar de imponerse por sus pistolas, por bemoles, porque sí, a todo un país como es España, en contra del propio país y de sus habitantes, me parece empresa suicida. Pero mucho más intentarlo desde la ilegalidad, el incumplimiento de las normas y la desobediencia a los jueces.

No comparto, como digo, la frase "Cataluña nos roba", aunque podría convertirse también en un eslogan de gran impacto mediático y social.

Pero, eso sí, lo que nos está robando es tranquilidad. Nos hace perder demasiado tiempo, nos acongoja un poco, nos obliga dedicar a ello energías que vendrían muy bien en otros terrenos...

Y, en mi caso, si Cataluña me roba algo, eso es el corazón.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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