José Apezarena

Conspiraciones y conspiradores en el Ayuntamiento

Los dos perdedores en Madrid, es decir, los cabeza de lista de los dos grandes partidos al Ayuntamiento, Esperanza Aguirre y Antonio Miguel Carmona, tras la derrota ni una ni otro cerraron la puerta a convertirse un día en Alcalde, incluso no tardando mucho.

A la ex lideresa (después de haber perdido, las cosas se la han puesto demasiado cuesta arriba como para merecer el calificativo) se le escuchó en los primeros días tras las elecciones el comentario de que en año y medio ella sería alcaldesa de Madrid.

Y lo mismo ocurrió con el número uno del PSOE, que calculaba que en un plazo no muy largo acabaría aupándose al sillón de primer regidor.

Ambos realizaban cálculos parecidos. Su principal argumento era que el nuevo equipo de gobierno, con Manuel Carmena al frente, dada su composición, procedencias y deficiente cualificación, cometería tal suma de desaguisados, lo iba a hacer tan rematadamente mal, que surgiría un clamor popular misivo exigiendo su sustitución por otros rectores más fiables. Y Esperanza y Antonio Miguel confiaban en que cada uno de ellos sería el recambio de la alcaldesa.

Sin embargo, pasa el tiempo y las cosas no parecen caminar en esa dirección. Cierto es que la nueva corporación, encarnada por el irregular conglomerado llamado "Ahora Madrid", apenas ha hecho nada destacable, desde el punto de vista de la gestión. Salvo algunos gestos, poco más.

Pero, al mismo tiempo, tampoco se ha producido ningún desastre. Al menos por el momento. Verdad es que, cuando alguien opta por no hacer nada, o casi nada, resulta imposible que se equivoque gravemente.

Al mismo tiempo, estamos en tiempo de verano, vacacional. Por así decirlo, el curso político, y por tanto de gestión, no ha comenzado todavía. Y a partir de la semana próxima sí que se empezará a exigir a Carmena y compañeros gestión, gestión y gestión.

Y quizá empezarán las reclamaciones de quienes les votaron, indignados porque creyeron que iban a imponer determinadas políticas y ahora se sienten defraudados, cuando no engañados.

Y la ciudad tendrá que mantener todos sus operativos en marcha, trabajando con normalidad y con eficacia, desde la Policía Municipal hasta el personal de jardines y de limpieza, pasando por las oficinas de recaudación y los servicios de cultura. Mucha gestión delante, que va a poner a prueba a las gentes de Manuela Carmena.

 

¿Habrá debacle en el Ayuntamiento de Madrid estos próximos meses? Ya se verá.

Lo que no van a terminar son las conspiraciones para quitar el sillón a Manuela Carmena. Primero, por cierto, en sus propias filas, porque no todos los integrantes de su candidatura están con ella, y ya empieza a defraudar a algunos más radicales.

Las conspiraciones de Esperanza Aguirre aparecen a la vista, con esa propuesta a su rival Carmona de juntar votos y colocar en la Alcaldía a un tercero, la 'ciudadana' Begoña Villacís.

Antonio Miguel Carmona seguirá también conspirando, pero en su caso no tanto ya por convertirse en Alcalde, puesto que su propio partido le ha aparcado de modo expeditivo. Se dedicará al PSM, cuyo aparato continúa bastante controlado por Tomás Gómez, diseñando desde ahí la venganza contra Pedro Sánchez. Un objetivo para el que no le faltarán aliados externos, aliados no madrileños. Por ejemplo, mirando hacia Andalucía.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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