José Apezarena

España roja

Engañoso resultó el mapa electoral surgido de los comicios del 24 de mayo, en el que dominaba ampliamente el color azul del Partido Popular, porque, en efecto, había ganado en la mayoría de territorios y ayuntamientos. Falso, puesto que la realidad es que apenas consiguieron mayorías absolutas.

El nuevo mapa, el de verdad, el que refleja quien gobierna en cada sitio, es hoy mayoritariamente rojo. No sólo por las plazas que ostenta el partido socialista, sino en general por el elevado número de lugares donde manda un partido de izquierdas, en forma de coalición, de plataforma, agrupación o cualquier otro conglomerado, en los que en tantos casos aparece el omnipresente Podemos.

Dentro de ese color rojo habría que situar también equipos municipales como el de Pamplona, donde gobiernan los filo etarras de Bildu que, además de separatistas vascos, son por supuesto de izquierdas.

España, pues, se ha teñido de rojo. Consecuencia también de la gran consigna: “¡Fuera, abajo el PP!”, que se ha convertido en el objetivo común. Una meta lanzada por el PSOE y a la que se han sumado entusiásticamente el resto de las fuerzas políticas del espectro español (con alguna excepción, más bien aislada, protagonizada por Ciudadanos). Y que ha provocado esperpentos como lo ocurrido en Nules (Comunidad Valenciana).

Tal como se relata en otro lugar, en esa ciudad, de 13.000 habitantes, ha sido elegido alcalde el único concejal de la candidatura CCD, a pesar de haber recibido poco más de 300 votos. Lo ha logrado con la suma de socialistas, Més Nules y la agrupación local IPN, que han totalizado 9 concejales, frente a los 8 del PP. Combinaciones parecidas han menudeado por todo el mapa, contribuyendo a ese color rojo dominante.

Si alguien pensara que el actual balance constituye un triunfo para el PSOE, debería dar una vuelta más a ese análisis. Primero, porque los socialistas salieron también trasquilados en las urnas el 24-M, con una pérdida de 700.000 votos. Segundo, porque no gobiernan en tantos sitios como quisieran (no gobiernan en Madrid, por citar un lugar emblemático). Pero, sobre todo, porque han apoyado, o al menos tolerado con su abstención, gobiernos municipales y autonómicos que van a protagonizar muchos sustos. Unos equipos que, ante la opinión pública, han recibido el claro aval del partido de Pablo Iglesias (Iglesias el otro, el viejo).

¿Asumirán y refrendarán los socialistas las actuaciones, actitudes y hazañas de esas corporaciones que existen porque ellos las han patrocinado? ¿Se responsabilizarán de nombramientos como los de los concejales de Manuela Carmena a quienes les han pillado con tuits antijudíos, violentos y machistas?

Me parece que, en los próximos meses, la actual dirección del PSOE se va poner más de una vez roja de vergüenza por estos y otros sucesos, de los que les considerarán responsables. Y las urnas, las generales de finales de 2015, están a solo cinco meses.

España, en fin, roja por tantos conceptos.

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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