José Apezarena

Felipe VI muy de cerca

Uno de los libros más interesantes de Pilar Urbano es “La reina muy de cerca”, que refleja una serie de conversaciones cara a cara mantenidas por la periodista con doña Sofía en La Zarzuela. Unas charlas de mesa camilla, sueltas, intimistas y a corazón abierto.

Ese volumen, que se vendió mucho, ofrece el mejor retrato de quién es, cómo es y cómo piensa la reina, y por tanto resulta de lectura casi imprescindible para aquellos que deseen acercarse a un persona que ha sido tan importante para este país como doña Sofía.

El libro, que en principio iba a titularse algo así como “Confidencias de la reina”, provocó cierto escándalo cuando La Zarzuela intentó desmentir algunas afirmaciones comprometidas puestas en boca de doña Sofía, por ejemplo sobre asuntos como el matrimonio gay, pero que se corresponden perfectamente con lo que ella piensa sobre esas y otras materias de fondo. Aunque no pueda decirlo en voz alta.

El título de ese libro me ha venido a la cabeza a la hora de valorar el material gráfico difundido este fin de semana desde la Casa del Rey con motivo del 50 cumpleaños de don Felipe, que se celebra mañana. Porque muestran al monarca muy de cerca. Y también a su familia, a la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Tengo que decir que la idea ha sido un acierto, y el resultado un éxito, a la vista del eco que han merecido los vídeos y las fotografías suministradas, ampliamente recogidos en televisiones y digitales, uno de ellos Monarquía Confidencial.

La aportación más destacada de dicho material ha sido el vídeo de casi hora y media de duración, con imágenes de los actos a los que han acudido tanto Felipe como Letizia a lo largo de 2017.

Y lo más novedoso son esas escenas desconocidas en las que los reyes aparecen junto a sus hijas, como en la grabación del discurso de Navidad, comiendo un día festivo en su residencia, y llevándolas el coche al colegio. Por una vez, se desvela algo de la intimidad de la familia.

Destacan las imágenes de la comida de los cuatro en su casa, el Pabellón del Príncipe, durante un fin de semana. Los reyes conversan con sus hijas mientras se disponen a tomar un plato de cuchara. Hablan del colegio de las pequeñas, de los exámenes que tienen esa semana, de si han hecho los deberes para el lunes, y de una obra de teatro en la que va a actuar Sofía.

Igualmente cercanas resultan las escenas de don Felipe y doña Letizia llevando a sus hijas en el coche camino del colegio, mientras Leonor repasa en alto la tabla periódica de los elementos.

 

En fin, que se ha abierto un poco la reserva que cubre habitualmente a la Familia Real. Un velo en tantas ocasiones demasiado (e innecesariamente) tupido.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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