José Apezarena

Manuela Carmena le echa rostro

Y eso que venían a sanear la vida política de este país, a desterrar las prácticas corruptas de lo que entonces llamaban "la casta". Prometieron que ellos iban a comportarse de forma bien distinta. Y se ha demostrado, otra vez más, que no.

El código ético de Ahora Madrid, la coalición que gobierna el ayuntamiento de la capital, establece el cese de cualquier cargo que sea investigado por malversación. Pero no lo van a aplicar. Con dos bemoles.

La Audiencia Provincial acaba de rechazar el recurso interpuesto por los concejales Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, en la querella presentada contra ellos por el PP por el caso de la investigación sobre la Caja Mágica.

El asunto es conocido. Los dos concejales encargaron, sin concurso público previo, un informe a un despacho de abogados sobre la legalidad del convenio del torneo de tenis de Madrid firmado por Ruiz-Gallardón. El informe fue financiado con dinero público: con fondos de Madrid Destino, adscrito a la concejalía de Cultura.

Admitida la querella contra ellos, ambos pasaron en junio a la condición de investigados (antes, imputados) por presuntos delitos de prevaricación, malversación y delito societario. Pero, entonces, ni dimitieron ni fueron destituidos por la alcaldesa. Manuela Carmena, que presume de haber sido juez en ejercicio, consideró que en realidad no estaban imputados.

Sánchez Mato y Mayer alegaron indefensión en su recurso, pero la Audiencia lo ha desestimado, confirmando así su condición de imputados. Pues bien, la señora Carmena sigue sin tener la menor intención de forzar su cese. Es lo que confirman en el propio Ayuntamiento.

Podemos, por su parte, justifica el incumplimiento de sus propias normas alegando que el auto de la Audiencia en realidad no estudia el fondo del recurso. Y añade también que la Fiscalía no está interesada en la causa.

Respecto a esto último, y por acudir a un precedente conocido, seguramente los responsables de Podemos y del Ayuntamiento se acordarán del procesamiento de la infanta Cristina, a pesar de que tampoco la Fiscalía estaba "interesada" en la causa. Todo lo contario, porque reclamó que fuera exonerada.

Y aseguran también en el partido de Pablo Iglesias que los dos concejales han mostrado desde el primer momento su voluntad de acudir a declarar. ¡Vaya noticia! ¡Como si se tratara de un acto voluntario y estuviera en su mano comparecer o no ante los jueces cuando les llamen!

 

Repito que el código ético de Ahora Madrid establece que un cargo investigado por la Justicia por malversación debe dimitir automáticamente, y que, en caso de que no lo haga, tiene que ser cesado. Pues bien ni Sánchez Mato ni Mayer piensan dimitir, ni Manuela Carmena tiene intención de instar su cese.

La señora alcaldesa hace gala, frecuentemente y con notable frescura, de un evidente informalismo político. Como si pretendiera romper moldes, o transmitir que no van con ella. Unos comportamientos con apariencias de desparpajo, cuando más bien habría que calificar como desfachatez. Al menos en este caso.

Manuela Carmena le está echando rostro. Y por dos veces. O sea, que es reincidente.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena


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