El PSOE y la monarquía

La Conferencia Política del PSOE, celebrada este fin de semana, registró una sola discrepancia entre lo que proponía la dirección del partido y lo que pensaban los asistentes. Y fue a propósito de la monarquía.

Las conclusiones de la comisión sobre reformas políticas apostó, a pesar de los planteamientos republicanos del socialismo, por mantener el "consenso" sobre la monarquía, con el argumento de que no hay motivos para romperlo "porque no aparece socialmente un consenso alternativo con la suficiente entidad y densidad".

Para compensar, incluía este añadido: "Reclamar a la institución monárquica el máximo respeto al reparto de poderes y que responda con eficacia, austeridad, transparencia y ejemplaridad a sus funciones constitucionales".

Fue en ese momento cuando comenzaron los pitos y abucheos al ponente, al que se aplaudió cuando reivindicó la "tradición republicana" del partido. Los pitidos, no obstante, no fueron generales. Y hasta se escucharon algunos tímidos aplausos.

Hay que decir, a este respecto, que la actitud de la dirección del PSOE (las ejecutivas pasadas y también la actual) con la monarquía es de respeto y lealtad, de sentido de responsabilidad y sensatez. Lo mismo hay que decir del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de otras figuras destacadas del socialismo.

Durante los años de la transición, charlé con un viejo socialista sobre las posiciones republicanas del PSOE en el pasado. Y me dio una explicación que siempre he recordado. "Cuando nosotros decíamos república, queríamos decir democracia". Ahora en España hay democracia... con la monarquía.

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