José Apezarena

Pablo Iglesias como Franco

Lo que le faltaba a Pablo Iglesias, que lo equiparen nada menos que con Franco.

El episodio es algo más que una anécdota, porque refleja vivamente la tensión máxima que se sufre dentro de Podemos en vísperas de ese congreso crucial que, este fin de semana, aclarará quién manda en el partido.

La decisión, por cierto, se forja estos días, porque en Podemos ya se está votando. Los 450.000 inscritos se pronunciarán hasta el sábado sobre quién quieren que sea el secretario general, mientras que, de forma separada, proclamarán qué documento político y organizativo aplicar: si el avalado por Pablo Iglesias o el presentado por Íñigo Errejón.

El último altercado ha sido un comentario de Antonio Montiel, líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, comparando los poderes del secretario general con los de un dictador. Afirmó que el actual sistema organizativo permite a Iglesias actuar como en su día hicieron Sadam Hussein o Franco.

Montiel realizó esas afirmaciones el domingo durante un debate, al comentar que en Podemos se ha implantado el cesarismo, con un secretario general y secretarios autonómicos que tienen capacidad de convocar directamente al pueblo en caso de encontrar dificultades o incluso de perder votaciones. Es democracia plebiscitaria, explicó. Algo que hacían Sadam Hussein, Franco y otros personajes de la historia, para visualizar que entre el líder carismático y el pueblo no había nada.

"Ellos lo hacían para justificar la dictadura y nosotros tensionamos la organización con este recurso al pueblo. Esto hay que corregirlo", afirmó.

Monedero, escudero fiel de Pablo Iglesias en la sombra, se apresuró a poner de manifiesto que el dirigente valenciano es persona vinculada a Errejón, contribuyendo así a aprovechar el rechazo a las declaraciones de Montiel para arrimar el ascua a la sardina del secretario general.

Su tuit tensaba incluso las cosas: "Poca ilusión se recupera comparando a tu Secretario General con Hitler. ¡Cuidado Íñigo que terminan llamándote populista los tuyos!".

Montiel ha pedido disculpas en otro tuit: "Acabo de escucharme en unas desafortunadas declaraciones. No me reconozco. Nunca compararía a  Pablo Iglesias con un dictador". Pero la disculpa no servirá para demasiado: se han disparado las peticiones de dimisión del líder valenciano.

 

Mientras, Pablo Iglesias se esfuerza en no romper la baraja con Errejón, al que por nada del mundo querría ver fuera del partido. Tal como contamos hoy en ECD, le preocupa el riesgo de que, si se marcha, el hasta ahora número dos le pueda organizar enfrente otro Podemos. Sería la mundial.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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