José Apezarena

Pedro Sánchez y el piloto suicida de Germanwings

En la historia de la aviación, una de las situaciones más estremecedoras y dramáticas fue la que se vivió el 24 de marzo de 2015, dentro del aparato de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses.

El Airbus A320-211 de la citada compañía alemana de bajo coste partió esa mañana, a las 10, del aeropuerto de Barcelona, con destino a Dusseldorf, transportando 144 pasajeros y 4 miembros de la tripulación.

Cuando sobrevolaba la Provenza francesa, el primer piloto abandonó por un instante la cabina, momento que aprovechó el copiloto para encerrarse dentro y tomar los mandos.

A continuación, inició un lento descenso hacia tierra, mientras en el resto del avión la tripulación y los pasajeros intentaban por todos los medios forzar la puerta, al tiempo que veían acercarse la barrera montañosa. Las escenas que se vivieron durante esos larguísimos minutos fueron estremecedoras.

Los esfuerzos, empellones contra la puerta, los gritos desesperados, resultaron vanos. Finalmente el aparato se estrelló y murieron todos los ocupantes.

Dentro del PSOE no faltan quienes empiezan a asemejar a su secretario general, Pedro Sánchez, con el piloto suicida de Germanwings.

Encerrado en la cabina, sordo y ciego a las demandas de los demás, maneja en solitario los mandos del partido y, con su obstinación, lo va llevando hacia una, en principio, irremediable tragedia. Un final en el que, como ocurrió en los Alpes, perecerá él mismo, pero que llevará también aparejado el desastre para los demás.

Concluyen esos socialistas que, si nadie consigue abrir la puerta de la cabina a tiempo, el obsesionado piloto llegará a su objetivo: estrellará el avión con todos sus ocupantes.

 

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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