Pedro Sánchez se pirra por las fotos

¡Qué esfuerzos pone Pedro Sánchez por conseguir fotos espectaculares, de esas que ocupan portadas y telediarios!

Entiendo, por supuesto, que un dirigente político tenga muy en cuenta la importancia de las imágenes. Es lógico, porque una parte relevante de la opinión pública se guía tan solo por lo que ve, en periódicos y televisiones, y no tanto por lo que lee o escucha.

Una buena instantánea junto a un personaje relevante, nacional o internacional, refuerza a los gobernantes, y en general a cualquier político en activo.

Lo que ocurre es que a este presidente del Gobierno se le nota demasiado el afán por plasmar su efigie en los medios. Mucho más aún si consigue como acompañante a figuras del nivel de Angela Merkel, Emmanuel Macron... De hecho, ya se ha fotografiado con ellos.

En esa línea, Pedro Sánchez se propuso encontrarse con Obama en Madrid como fuera. Y lo logró. Pero no recibiéndole en La Moncloa, como cabría esperar, sino desplazándose él hasta el hotel donde se celebraba el simposio sobre tecnología en el que participaba el ex presidente. Y así consiguió la deseada foto.

Ha vuelto a ocurrir en la cumbre de la OTAN y con Donald Trump. Moncloa logró acordar con la Casa Blanca que se produciría un encuentro, de apenas unos segundos pero tiempo suficiente para un posado rápido. El problema fue que el líder norteamericano, muy en su línea, no se atuvo a esas previsiones.

Tal como contamos hoy en ECD, fue entonces cuando Pedro Sánchez reaccionó con rapidez. Al ver que no le hacía caso, y que estaba hablando con Erdogán, le agarró del brazo, llamó con ello su atención, Trump se volvió, y en ese instante se tomó la imagen que hemos visto todos en España, en la que incluso aparece la ministra de Defensa, Margarita Robles. Objetivo alcanzado.

Todo sea por una buena foto que vender. Ahora lo que hace falta es que también gobierne el país.

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