Con Pedro Sánchez o sin él
Con Pedro Sánchez o sin él
Uno de los diabólicos retos que, en el reciente pasado político, se lanzó contra el PP y su presidente fue que el remedio a la situación de paralización institucional, consecuencia de unas elecciones que no habían resuelto nada, pasaba por la necesidad de apartar a Mariano Rajoy.
Se insistió en que era el principal obstáculo para una salida al bloqueo, y en que, por tanto, cualquier solución pasaba por buscar otro líder de entre los populares. Hasta se manejaron nombres, sobre todo desde otras formaciones, como los de Ana Pastor, José Manuel García Margallo… y por supuesto Soraya Sáenz de Santamaría y alguno más.
A estas alturas, la opción de Rajoy, sobre todo después de sus conversaciones y acuerdos con Albert Rivera, parece el único clavo al que agarrarse para evitar esas terceras elecciones generales que tan catastróficas resultarían para todos.
Pero hoy el problema, el obstáculo, la dificultad, el tapón, ha cambiado de bando. Ahora se llama Pedro Sánchez, y su empecinamiento en votar “no” a la investidura, con lo que bloquearía irremediablemente la investidura.
Por ese motivo, aquel argumento referido al líder del PP se ha trasladado al secretario general del PSOE.
Lo decía muy expresivamente, pocos días atrás, Alfonso Alonso: “Hay que convencer al PSOE, con Sánchez o sin él”.
Ahí puede estar la clave. Con Sánchez o sin él.
Si la formación de Gobierno se convierte en un imposible con Pedro Sánchez, a lo mejor los socialistas tendrían que plantearse si ha llegado la hora de proceder a esa renovación en la cúpula que tantos propugnan, y que han ido aplazando por motivos de calendario, pero también de interés de partido.
Mensaje, pues, a los dirigentes socialistas sensatos y con sentido de Estado: parece que ha llegado el momento de que en España se pueda formar Gobierno. Con Pedro Sánchez o sin él.
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