Pesadilla en la cocina... del CIS
Sorpresa ante los datos de la encuesta del CIS dada a conocer ayer, y que apunta una victoria del PP en las elecciones generales con cinco puntos de ventaja sobre su principal rival, el PSOE.
Los populares bajan solamente dos décimas respecto al anterior sondeo y logran una intención de voto del 31,9%, mientras que los socialistas pierden cuatro décimas y se quedan en el 26,2%.
El PP pierde doce puntos respecto a los resultados de las generales, pero, con la que está cayendo, se mantiene a 5,7 puntos del PSOE. Se trata, hay que repetirlo, de una previsión para las generales, no para las europeas de mayo.
Otra novedad del CIS es que Izquierda Unida y UPyD pierden fuerza y hasta retroceden. En enero, IU obtuvo un 11,3%, que se ha quedado ahora en el 10,9%, mientras UPyD pasa de 9,2% a 8,9%.
Los resultados de la encuesta han cogido con el pie cambiado a los socialistas. Buena muestra de ello son las declaraciones de Soraya Rodríguez ayer, mostrando clara incredulidad sobre los datos y enfatizando en la existencia de mucha cocina por parte del CIS. Hasta el punto de calificarlo de "pesadilla en la cocina". En la cocina del CIS, se entiende.
También se apreció alguna perplejidad en las filas populares. "No hay que confiarse", fue la reacción de Esteban González Pons. En efecto, unas perspectivas tan optimistas como las trazadas por el CIS podrían provocar desmovilización en su electorado, ya suficientemente desmotivado.
Lo que sí constituye una pesadilla son las propias encuestas electorales, vistas las profundas disparidades que se dan entre casi todas. Y más aún tras comprobar que una gran mayoría de ellas coinciden en sus resultados precisamente con las posiciones del medio que las encarga y publica.
Metroscopia, en El País, anunciaba hace poco un empate técnico entre PSOE y PP (unos meses atrás decía que era el PSOE el que estaba a la cabeza). Y, al mismo tiempo, este fin de semana ABC situaba a los populares 5 puntos por encima y El Mundo a 4,6.
La credibilidad de las encuestas que se publican en la prensa está en entredicho. Desde hace tiempo. Una pesadilla.
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