De Santa Teresa a don Quijote

El Gobierno, por boca de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado que el quinto centenario de Santa Teresa se va convertir en un "proyecto de Estado". Recibirá los máximos apoyos del Gobierno, que lo considera "una oportunidad internacional".

Ojalá que, en efecto, la conmemoración de nacimiento de la santa constituya un acontecimiento nacional e internacional.

Al hilo de ese anuncio, me viene a la cabeza algo que seguramente recordarán otros españoles: el sorprendente primer discurso de José Luis Rodríguez Zapatero en su condición de presidente del Gobierno electo, pronunciado durante el pleno de investidura.

Aquella intervención ofreció dos detalles especialmente chocantes. Uno, la cita a su abuelo, el capitán Lozano, fusilado al estallar la guerra civil. El otro, la referencia a don Quijote, con motivo del IV centenario, y el anuncio de su compromiso de convertir la obra y el personaje de Cervantes en un objetivo casi programático del Gobierno.

De aquella referencia no se siguió después nada. Quedó en palabrería vana de político vacío.

Por cierto, que don Quijote fue también el pretexto para un descabellado proyecto que, entre otras cosas, originó el fantasmagórico aeropuerto de Ciudad Real, uno más de los que se construyeron en la época de las vacas gordas y que restan inservibles y vacíos como un penoso movimiento a la estulticia, el despilfarro y la sinrazón.

El aeropuerto tenía que ver, presuntamente, con la construcción de un enorme parque temático, de proyección internacional, centrado en la figura del caballero andante.

Ahora, el centenario que se pretende magnificar es el de la santa de Ávila. A ver qué queda al final.