José Apezarena

Tsipras y las malas formas

El actual Gobierno griego las está pasando canutas, en sus negociaciones con los socios europeos para que le ayuden a salir del hoyo en que se encuentran en país y su economía.

Ya han empezado a tragarse no pocas de las promesas que lanzaron, con las que, por cierto, ganaron las elecciones y que, sin embargo, no van a poder cumplir. Que por allí se han dado cuenta, lo demuestran las manifestaciones que empiezan a desarrollarse en Atenas, convocadas por partidos y movimientos de izquierda, para protestar por tales incumplimientos.

Pero es que, además, los actuales dirigentes, con Tsipras a la cabeza, no están mostrando mucha inteligencia negociadora. Por citar un ejemplo, no se puede viajar a Bruselas a pedir árnica y, al mismo tiempo, poner de uñas al conjunto de los alemanes recordándoles el nazismo y reclamando la devolución de aquellas ayudas griegas de los años cuarenta a la recuperación germana.

Conociendo, como tienen que conocer, que en las instituciones europeas la voz de la señora Merkel cuenta bastante, resulta una torpeza empezar los contactos comunitarios propinando una bofetada a ese país y sus habitantes.

Tal vez creyeron que, con ser de izquierdas, con haber ganado unas elecciones en Grecia, y con el argumento de que el país puede acabar pasando hambre si no se les ayuda, basta para convencer a los socios comunitarios. Y a eso han añadido una cierta actitud de menosprecio, como de perdonar la vida a los demás.

Y, como digo, ahora las están pasando canutas.

Lo que pasa es que parece que no aprenden. Que se lo pregunten a Tsipras, con esa arremetida en público contra España y contra Portugal, acusándoles de haber formado un "eje" para derribar al gobierno griego.

Ya es, de entrada, una evidente incorrección, cuando no una falta del más elemental sentido político y aun común, que un presidente de Gobierno se dedique a criticar públicamente a otros países terceros. Pero más aún si se trata de socios del club, de esa Unión Europea que tiene que aprobar las ayudas que precisa Atenas.

Por incapacidad o tal vez por malicia, hacen las cosas tan mal que casi parece que están deseando que no les ayuden. Así podrán echar la culpa a otros, si el país se hunde.

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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