José Apezarena

Abolir la Guardia Civil, el Banco de España, el PSOE, el PP, la monarquía... y Podemos

Pablo Echenique y Pablo Iglesias.
Pablo Echenique y Pablo Iglesias.

Si una persona que ostenta un cargo destacado en una institución, entidad u organismo se ve envuelto en dificultades legales y judiciales, e incluso es condenado por los tribunales, la institución, entidad u organismo no es "culpable" nada. Y menos aún debe ser destruida, desmontada o eliminada.

Parece un razonamiento bastante razonable, que cae por su peso.

Viene esto a cuento de las desaforadas conclusiones que algunos sacan a partir de los problemas de don Juan Carlos, en la línea de condenar a la monarquía como tal y de reclamar su desaparición.

Y todo eso ya, ahora, sin esperar a que las cosas se aclaren, a que se sustancien en el momento y en el lugar correspondiente, que son los tribunales. Y sin distinguir personas de instituciones.

No pretendo ser exhaustivo, por supuesto, pero existen ejemplos clamorosos de qué ocurriría si tal actitud se generalizara. Es decir, si los asuntos vidriosos de un personaje significaran la descalificación global de la institución y hasta la supresión. Veamos algunos casos destacados.

-Guardia Civil. El director general, Luis Roldán, acabó en la cárcel.

-Banco de España. El gobernador Mariano Rubio acabó en la cárcel.

-PSOE. José Barrionuevo acabó en la cárcel por el caso GAL. Dos ex presidentes del partido, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, han sido condenados por los ERE de Andalucía. Y propio el partido lo fue por financiación ilegal.

-PP. Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, Ignacio González, Jaume Matas, Carlos Fabra...

 

-UGT. Se vio condenada como tal por el caso PSV. Fernández Villa, histórico líder de SOMA-UGT ha sido condenado a tres años de cárcel.

Hasta el Boletín Oficial del Estado y la Cruz Roja se vieron envueltos en casos de corrupción por parte de sus gestores durante los gobiernos de Felipe González.

¿Nos los cargamos a todos ellos?

Y son solo unos pocos ejemplos internos, de los de andar por casa.

Porque podríamos viajar al extranjero. Si Nicolas Sarkozy ha sido acusado de financiación ilegal, y varios otros presidentes franceses se han visto envueltos en escándalos (Giscard por los diamantes de Bokasa), ¿abolimos la República Francesa? Si Richard Nixon tuvo que dimitir por espiar al partido rival, ¿desmontamos la Republica de Estados Unidos? Etc., etc.

¿Desmantelamos todas esas instancias, como se está pidiendo por algunos en el caso de don Juan Carlos y la monarquía?

Se puede ir un poco más allá ¿Desmontamos Podemos, que son quienes con más virulencia reclaman la eliminación de la monarquía?

¿Lo eliminamos ahora, ya, sin más esperas, porque se ha abierto una investigación, tras la denuncia del abogado Calvente de financiación irregular?

Por cierto, cuando Pablo Iglesias fue investigado por los tribunales sobre la financiación, ¿alguien del partido reclamó que se exiliara ya de España? ¿Se hizo con Pablo Echenique, cuando se le pilló por contratar un asistente en "negro" y sin pagar la Seguridad Social? En fin.

No pretendo exonerar de nada a don Juan Carlos. Quiero que las leyes se cumplan. Pero también que huyamos de la tan hispánica ley del embudo: para los demás estrecho, conmigo muy ancho.

Se entiende que coincido con la reflexión que hizo ayer Pedro Sánchez, en su rueda de prensa: Se juzga a las personas, no a las instituciones.

Porque, si hiciéramos esto último, ya hemos visto dónde acabaríamos.

¿Que hay que debatir sobre la monarquía? Hágase. Pero no con planteamientos tramposos, que provengan de los hígados, del odio, y no del cerebro y hasta del corazón.

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